Regina se mueve de un lado a otro. Tiene el cabello largo hasta la cintura, ojos achinados bien oscuros, estatura promedio para su edad, sonrisa imperturbable. Regina cumplió ayer 5 años. Desde hace dos festeja – digamos, ‘festeja’ – su cumpleaños sin su papá, Miguel Reyes Pérez, desde aquel 24 de diciembre de 2016, cuando dos policías le dispararon en la cabeza.
Inquieta como ella sola, Regina evade la muchedumbre y se escabulle entre las banderas. Tiene una remera blanca con la leyenda ‘Reyes, mi papá’ y una pandereta amarilla que hace sonar con cierto ritmo.
Hoy Regina fue a la marcha por Facundo Ferreira, el niño de 12 años que murió el pasado 8 de marzo, cuando dos policías le dispararon en la cabeza. Marchó al frente de la columna y cantó por Facundo.
A las 19:30 de ayer, la esquina de Santa Fe y 25 de mayo ya estaba colmada. Organizaciones políticas, sociales y de Derechos Humanos marcharon por el microcentro tucumano exigiendo justicia por Facundo, a casi un mes de su asesinato. Además de las organizaciones y la familia de niño, también acompañaron la movilización familiares de Miguel Reyes Pérez (25 años) y Raúl Robles (17 años), ambos víctimas de gatillo fácil. La marcha concluyó en Plaza Independencia, donde tomaron la palabra familiares de Facundo, Reyes y Robles frente a la explanada de Casa de Gobierno.
Sin novedades
Estaba previsto que en la mañana de ayer declaren Nicolás González Montes de Oca y Mauro Gabriel Díaz Cáceres, los policías que actuaron aquella mañana del 8 de marzo, cuando le dispararon a Facundo. Allí la Fiscala Adriana Giannoni les informaría la imputación por homicidio. Sin embargo, la declaración se pospuso por segunda vez.
Giannoni explicó que está esperando los resultados de las pericias para recién interrogar a los policías. La familia de Facundo y sus abogados, a casi un mes de su asesinato, todavía no tiene acceso al expediente. Para que eso suceda, primero deben declarar los uniformados.