Una mujer trans denunció que policías la golpearon, la sacaron a los empujones de la fila de Edet, la esposaron con violencia y se la llevaron esposada a la Comisaría Primera. El hecho fue catalogado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia como un “incumplimiento flagrante de la ley de identidad de género por parte de los efectivos de seguridad”.
La violenta escena quedó registrada en un video que rápidamente se viralizó en redes sociales, en el que se ve como varios policías masculinos la arrinconan contra una pared, le colocan las esposas y se la llevan del local. En vano fueron los reclamos de los testigos, especialmente de que se cumpliera con la ley y se llamara a personal femenino.
La protagonista de la escena es Nicol Romano, una mujer trans que fue esta mañana a Edet junto a una amiga a realizar un pago. De acuerdo a la denuncia que la joven radicó en la fiscalía de turno, todo comenzó cuando ella se ubicó en la fila de alta prioridad porque su amiga, que está embarazada, le pidió que le cuide el lugar mientras ella retiraba un papel.
En ese momento, de acuerdo a su declaración, se le acercó un policía y le dijo que se retire porque ella no tenía ninguna discapacidad, además de ser “un hombre”. La mujer respondió que le estaba cuidando el lugar a su amiga pero el policía insistió.
“Cuando mi amiga se acerca y le explica que yo le estaba haciendo la fila el policía me agarra del brazo y me dice ‘salí, puto sucio’. Con esas palabras”, relató Nicol a Tucumán Sin Filtro. En ese momento comenzó la discusión. “‘Ah, puto reprimido’, me dice y me arrincona contra la pared. Me empieza a forcejear, me lastima las muñecas y los codos.
Escuchá la entrevista a Nicol Romano
Es en ese momento que un testigo comienza a filmar la escena, en la que se ve a Nicol arrinconada contra una pared rodeada de policías. Algunas personas comienzan a gritar que no pueden hacerle eso y que tienen que llamar a personal femenino. Nada de esto impide que, una vez colocadas las esposas, los policías se lleven a la mujer del lugar.
“Me llevaron esposada, como si fuese una delincuente, hasta la comisaría primera”, reclamó la mujer, que agregó que la retuvieron arbitrariamente durante, al menos, dos horas. Según le informaron, su detención quedó registrada bajo la causal de “resistencia a la autoridad”.
Romano, luego de recuperar su libertad, asentó la denuncia en la fiscalía. “De la manera en que me trataron por hacer una fila, no estuvo bien. Porque me podría haber dicho sin insultar, sin maltratarme y hacer el procedimiento como tenía que ser. Yo no estaba robando, no soy ladrona, trabajo de limpieza y me dedico a mi casa. Nunca jamás había sido detenida. Sólo estaba haciendo una fila”, indicó.
Repercusiones oficiales
Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia indicaron que se pidió un informe al Ministerio de Seguridad un informe sobre lo ocurrido y solicitó que “se tomen las medidas correspondientes frente al incumplimiento flagrante de la ley de identidad de género por parte de los efectivos de seguridad”.
Romano indicó que todavía no recibió ninguna llamada del Gobierno, pero que continuará con la causa.