Casinos, construcción de edificios, compra de lingotes de oro y de vehículos de lujo, inversiones en empresas de transporte y en agencias de remises, apertura de plazos fijos y prestación de servicios turísticos. Es el tipo de negocios que las bandas dedicadas a la trata de personas utilizaron para blanquear el dinero obtenido de sus crímenes. Del análisis de nueve casos investigados por la Justicia surge que los sospechosos colocaron en el mercado 132.500.000 de pesos malhabidos.
Así lo reveló un informe de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), publicado el fin de semana el el Diario La Nación. Hay casos emblemáticos, como la investigación contra el denominado clan Alé, de Tucumán, sospechoso de la desaparición de Marita Verón. Se cree que blanquearon 80.000.000 de pesos provenientes de la explotación sexual de mujeres. De la causa contra los responsables del prostíbulo Madaho’s, de Mar del Plata, surgen indicios de la inversión de $ 40.000.000 en fideicomisos para la construcción de edificios.
“Los casos de lavado de activos en los que intervino la Procelac y que tienen como delito precedente alguna de las modalidades de la trata de personas implicaron el manejo de un flujo de dinero de, aproximadamente, $ 132.500.000”, reza el informe.
El titular de la Procelac, el fiscal Carlos Gonella, explicó al diario LA NACION: “Como todo crimen organizado, a las bandas de trata de personas hay que atacarles el dinero que obtienen. Es importante la prisión para los responsables, pero ir tras sus riquezas es vital para terminar con el delito. No es un trabajo fácil”.
Gonella resaltó el trabajo en equipo entre la Procelac y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo del fiscal Marcelo Colombo.
En todo el país
Una de las organizaciones investigadas, integrada por colombianos, se dedicaba a ingresar en la Argentina a personas de bajos recursos como si fueran turistas para después explotarlas laboralmente en talleres clandestinos. Según la Procelac y la Protex, desde 2008 hasta 2013 “la principal acusada registró acreditaciones en su cuenta corriente bancaria por un monto superior a $ 5.000.000, siendo el 79% de dichos créditos depósitos en efectivo”.
A una banda de trata de personas que operaba en la Capital le descubrieron inversiones millonarias en lingotes de oro y en compraventa de moneda extranjera.
En otra investigación contra los responsables de locales nocturnos de Recoleta vecinos a la basílica Nuestra Señora del Pilar se comprobaron actividades “vinculadas a la prostitución, la explotación sexual de mujeres y el tráfico de estupefacientes”. Según los expedientes judiciales, “los activos habrían sido insertados en la economía formal por medio de la compra de inmuebles, uno abonado con $ 913.500 en efectivo, y autos BMW último modelo”.
Sobre el caso del prostíbulo Madaho’s, situado en Alem 4285, de Mar del Plata, “la organización habría hecho girar por distintas sociedades las ganancias derivadas de la explotación sexual de mujeres”.
Según el informe de la Procelac, “la firma Rolafa SA, inscripta bajo la actividad de bares y confiterías para encubrir las maniobras del delito, registró la suma de $ 12.736.476 sólo en acreditaciones bancarias correspondientes a compras con tarjeta de crédito entre 2002 y 2015. Las personas físicas y jurídicas investigadas contaban con vehículos de alta gama, propiedades e incluso embarcaciones que no guardaban congruencia alguna con sus perfiles patrimoniales”.
Otro de los expedientes emblemáticos es el que inició la Procelac contra el llamado “clan Alé” en Tucumán, tras una denuncia de la Unidad de Información Financiera (UIF). La familia Alé había sido señalada y acusada por Susana Trimarco, la madre de María de los Ángeles Verón, la chica desaparecida en abril de 2002, cuyo caso se convirtió en un ícono de la lucha contra la trata de personas.
Según el informe de la Procelac, el clan Alé invirtió dinero de la explotación sexual de mujeres en una remisería y en un casino, entre otros negocios. “Todo ello, sumado a la compra de 60 vehículos y 100 inmuebles, les permitió montar una estructura idónea para canalizar en forma eficiente las ganancias derivadas del delito, resultando el monto total involucrado en estas maniobras de aproximadamente 80.000.000” de pesos.
Los números del delito
- 80 millones
Son los que, según informó la Procelac, blanqueó el llamado Clan Ale, de Tucumán. Incluye acreditaciones bancarias, la compra de 60 vehículos y 100 inmuebles, además de inversiones en un casino y una remisería - 40 millones
Sería el total lavado por los de Madaho’s, un prostíbulo de Mar del Plata - 5 millones
Son las acreditaciones en cuenta corriente de una banda colombiana dedicada a la explotación laboral en talleres clandestinos.
Informe: Gabriel Di Nicola – LA NACION