“Hemos corroborado a través del informe médico policial pericial que el disparo que recibe la víctima no fue realizado a corta distancia”
Adriana Giannoni, la fiscal que instruye la causa por el crimen de Facundo Ferreira fue contundente en confirmar una de las circunstancias más importantes del caso: el niño de 11 años no fue ejecutado por los policías que lo perseguían.
“No existe ahumamiento en el orificio donde ingresa el proyectil y tampoco sale positivo en la autopsia, ni el el estudio anátomo patológico que se le hizo a la víctima”, precisó a la hora de hablar en detalle sobre las pericias que constituyen la clave del caso. La bala que mató al niño de 11 años, que ingresó por la nuca y que terminaría con su vida no atravesó una distancia menor a los 15 metros, según la primera estimación de los peritos.
Para poder argumentar su punto, Giannoni utilizó términos técnicos que se desprenden del informe elevado por los peritos. De esa manera, tal como adelantó esta web, las pericias respaldan la versión original entregada por los policías que participaron de la persecución que terminaría con el saldo del niño muerto. Este argumento también cuenta con el aval del equipo de investigación científico del Ministerio Público “que garantiza la transparencia”, indicó Giannoni, en referencia a que la circunstancia de que los imputados son dos policías.
TucSinFiltro adelantó que existen además al menos tres testigos que también respaldan lo expresado en su momento por los policías y las filmaciones de las cámaras de seguridad que registraron la secuencia de la persecución. Como si fuera esto poco, el resultado del dermotest dio positivo tanto en el niño como en un adolescente de 14 años que lo acompañaba y que tiene antecedentes importantes, entre ellos, el estar vinculado en el crimen de un policía. Completa el cuadro de situación el análisis que hicieron los peritos en el vehículo que conducía uno de los adolescentes, en donde también encontraron restos de pólvora. Las prendas de cada una de las personas que participaron en la situación también fueron sometidas a análisis para detectar evidencia. Pese a encontrarse vainas servidas de un revólver calibre 22, los investigadores no pudieron secuestrar el arma que habrían utilizado los menores.
Los policías imputados continúan en el ejercicio de sus funciones pese a haber quedado a disposición de la fiscalía: se presume que prestarán declaración en los próximos días.
Foto: La Gaceta.