La paliza que recibió Germán Alberto Pintos fue tan tremenda que no sobrevivió más de 24 horas. Un día después de haber ingresado al hospital Padilla con un tenedor parrillero incrustado en la cabeza, se comunicó su fallecimiento. Pero se hace difícil conocer por qué lo atacaron con tanta violencia, ya que sus vecinos y familiares están amenazados y tienen miedo de hablar.
“Me levanté el domingo como a las 7 y la cuadra estaba llena de policías. No pude ver bien porque ya habían vallado la zona con una cinta, pero el chico estaba tirado en medio de la calle”, contó un vecino que vive en la esquina de Lucas Córdoba y Chazarreta, en el barrio Almafuerte, donde encontraron a Pintos herido e inconsciente. El hombre, al igual que el resto de las personas que hablaron con este diario, pidió que se reserve su identidad para evitar problemas con los autores de la agresión. “Me sorprendí cuando vi esto, es muy triste lo que está pasando”, expresó.
Una ambulancia trasladó a la víctima, que tenía 17 años, al hospital Padilla. Su estado era gravísimo. Fuentes del hospital confirmaron que a Pintos le habían clavado un tenedor parrillero en la sien izquierda y que le habían propinado una tremenda golpiza. El diagnóstico del adolescente era muerte cerebral y su fallecimiento se anunció ayer a la mañana.
Los familiares de Pintos tomaron la decisión de donar sus órganos. Como la ablación iba a realizarse anoche, el cuerpo del adolescente iba a ser entregado a sus padres recién en las primeras horas de hoy para su velatorio.
Entre siete
El miedo que se percibía entre los vecinos se repitió entre los familiares del adolescente. Una mujer, que pertenece a la familia y prefirió no dar su nombre, contó que Pintos fue visto con vida por última vez el domingo a las 4, cuando entró a su casa para avisarle a su madre que estaría a la vuelta, en lo de un amigo.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir la mujer a partir de comentarios, el adolescente pasó a esa hora por una plaza del barrio y saludó a una jovencita. La chica sería novia de uno de los agresores y ese saludo habría sido lo que desencadenó el ataque. “Me dijeron que le pegaron entre siete personas. Germán tenía los ojos hinchados y morados. Le pegaron tanto que le dejó de llegar sangre al cerebro”, dijo la mujer. Inmediatamente después, aclaró: “no queremos decir mucho porque ya vinieron a amenazarnos”.
Los autores de la golpiza vivirían en el barrio y serían conocidos por sus antecedentes violentos. Los vecinos comentaron que entre los agresores habría un policía, pero esa versión no pudo ser confirmada. En la seccional 6ª, a cuya jurisdicción pertenece el lugar del hecho, se negaron a dar información del caso. Además, hasta ayer a la tarde no se había ordenado la intervención de la división Homicidios.
Fuentes de la Fiscalía de Instrucción de la III° Nominación, que conduce María del Carmen Reuter, explicaron que el caso había tardado en ingresar a tribunales debido a que todavía restaba realizar los trámites para la ablación.
Pintos vivía en el barrio Almafuerte, a pocas cuadras de donde fue encontrado inconsciente, junto a su familia. Era alumno de la Escuela 252 Manuel Arroyo y Pinedo.
Fuente: La Gaceta
Foto: Diego Aráoz