Por Mariana Romero-Un final sorpresivo tuvo la audiencia de la mañana de hoy en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos, cuando el Tribunal ordenó la inmediata detención de uno de los testigos que acababa de prestar declaración. Jorge Giménez fue esposado de inmediato y llevado a la Alcaidía de Tribunales bajo la sospecha de haber participado en la desaparición y muerte de la joven estudiante de Ciencias de la Comunicación, ocurridas en 2006.
Giménez había comenzado a declarar ayer por la tarde, en tono tan jocoso que el presidente del Tribunal le preguntó qué era lo que le causaba gracia, puesto que se trataba de un juicio por homicidio. Su tono fue cambiando hacia la noche, cuando las contradicciones de su testimonio se hicieron cada vez más frecuentes.
Empezó definiendo a Paulina como su “amiga”. La conocía porque era pareja de César Soto, su vecino y amigo de toda la vida. Dijo que compartían salidas, conversaciones y que “millones de veces” había ido a tomar una cerveza con ella. Indicó que la noche de su desaparición él estuvo en una fiesta familiar en Burruyacú, pero pronto comenzaron las dudas sobre su relato.
Desde el comienzo fue consultado sobre la imagen que tenía de Paulina. “Usaba puperitas y polleritas cortas”, comenzó y luego detalló que era una chica “bien educada, alegre, no tenía un día malo”. Sin embargo, dijo que ella no le gustaba. Pese a ello, le detallaron informes telefónicos que daban cuenta de insistentes llamadas y mensajes de texto a su celular en el horario en que ella no estaba con su novio (ambos trabajaban juntos en un bar céntrico). Estuvo intentando llamarla hasta pocas horas antes de su muerte, mientras tomaba alcohol con un conocido. Sin embargo, negó en todo momento haber intentado mantener una relación con ella o haberla acosado.
Si bien durante el juicio Giménez dijo que Paulina no le despertaba ninguna sensación en particular y que era una chica “normal”, se le leyó parte de la declaración que hizo en 2006, tras su desaparición, en la que aseguraba que ella bailaba de manera “provocativa” y que temía que algún día eso le ocasione problemas a él.
Contradicciones y olvidos
Durante casi diez horas de declaración Giménez contradijo insistentemente sus propios testimonios recabados en la etapa de investigación y hasta algunos realizados minutos antes ante el mismo tribunal. Además, ante muchas preguntas respondió que no recordaba. No pudo dar detalles sobre un remisero que lo buscó a él y a Soto durante años a la salida del trabajo, tampoco sobre si tenían él y su amigo celular en aquellos días. Insistió en que el paso del tiempo había perjudicado su memoria.
Sin embargo, complicó a Soto en algunas de sus declaraciones. Dijo sin dudar que la noche del 26, cuando él y su amigo se enteraron en el trabajo de la desaparición de Paulina, no se preocuparon y se fueron a tomar una cerveza en lugar de colaborar en la búsqueda. También declaró que Soto iba a la cancha de Atlético a la tribuna que queda sobre calle Chile, algo que su amigo había negado enfáticamente horas antes. El punto es importante porque en esa zona del estadio se ubica la barra brava, grupo al que el novio de Paulina siempre negó estar vinculado.
El destino de Giménez y Soto
En rigor, Giménez quedó detenido por el delito de falso testimonio, ocurrido entre ayer y hoy en la sala del juicio. Su supuesta participación en el homicidio deberá ser investigada también por orden del tribunal. “Pueden surgir elementos que hagan a la investigación del delito de privación ilegítima de la libertad y homicidio que está en esta causa. La guardia, que proceda a la detención del señor Giménez”, ordenó Dante Ibáñez, presidente del Tribunal. Las actuaciones fueron giradas a la Fiscalía IV, a cargo de Diego López Ávila, instructor de la causa que hoy está en pleno juicio.
Sobre Soto también pesa un pedido de detención, de acusación por el delito de falso testimonio y de investigación por su presunta participación en la desaparición y muerte de Paulina. El requerimiento ya está formulado y el Tribunal podría resolver en las próximas horas si hace lugar o no.