Por Sergio Silva Velázquez-Aplausos y vivas. Silencio y venia de respeto. Es así como se despiden a los héroes. Un grito emerge entre la gente. Justicia. Pide eso una mujer que no parece un familiar aunque tenga lágrimas en los ojos. Ya no hay duda. El cortejo fúnebre del suboficial Cristian Peralta tiene el marco emotivo que va más allá de sus conocidos. Atraviesa a familiares, amigos, compañeros y simples personas que pasan por allí. Todos parecen querer estar en la sala velatoria de pasaje Padilla y Junín para darle el último adiós. A pocos metros, su compañero Sergio Páez González es velado y es otro espacio donde se percibe la emoción.
“Por favor, dennos la esperanza de que lo van a agarrar”, es el pedido de una voz temblorosa que escucha el jefe de Policía José Díaz. Es el pedido en el que se sienten representados muchos.
“Salieron a hacer algo de rutina y los asesinaron como perros. No tenemos todavía nada. Estamos esperando. Ahora estamos todos unidos en el dolor”, dice la ex mujer de Peralta de quien tiene un hijo. Adentro se encontrará con la actual compañera del hombre asesinado. Una mujer también policía, también desgarrada.
Sobre la calle, los compañeros de la división 911 se aglutinan en la puerta de acceso. Algunos llevan la mirada perdida. Otros conservan el gesto duro. De respeto hacia esos que ya no están. De impotencia.
“Estamos expuestos…es nuestro trabajo. Vos me preguntás que pienso…y no sé. Estamos aquí por solidaridad con nuestros compañeros. De la parte técnica, judicial y de si existen fallas a la hora de salir a la calle…eso es tarea de otros. Nosotros salimos a hacer nuestro trabajo…nada más”, dice uno de los tantos policías que quisieron estar presentes.
Adentro, los rostros son duros. Una de las salas tiene llamativamente más gente que la otra. Pero en las dos está presente eso que suplanta a los que ya no están. Un shock en medio de un silencio atronador. Las preguntas se multiplican. ¿Qué les pasó? ¿Porqué? ¿Quién está detrás de esto? La conmoción se palpa en cada palabra que se cruza con respeto entre los familiares de los masacrados. Y en el aire flota eso: nadie por ahora puede contestar esas preguntas.
#Ahora retiran el cuerpo de Cristian Peralta, uno de los dos policías asesinados en #Tucuman de la sala velatorio. La gente lo aplaude como un héroe. Sus restos serán sepultados en el cementerio de #Alderetes pic.twitter.com/F1A6OnpFI1
— SergioSilva (@SergioSilvaV) February 14, 2018
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