El 3 de enero de 2008 el mundo periodístico tucumano se sacudió con la noticia que llegaba: Mario Escobar había sufrido un accidente junto a su esposa Ana María Saleme y su hijo Mariano. La camioneta en la que la familia viajaba impactaba contra un camión en la ruta 9: el choque terminó con la vida de los tres.
La noticia golpeó duro a quienes conocieron y trabajaron con el querido conductor y periodista. “Buen día, buen día, buen día, buen dia, buen día, buen día” era uno de sus sellos que había quedado registrado a lo largo de aquellos últimos años de su carrera en las emisoras.
En la televisión en Canal 8, a través de su estilo propio y logrado supo descollar abriéndose camino en producciones en diferentes puntos del país y del mundo, un tipo de programa que luego otros seguirían.
Sus programas con gran repercusión popular habían sabido dado ese reconocimiento que pocas personas logran tener dentro del ambiente local.
Pasaron 10 años de aquella noticia infausta. Por ello, a través de la iniciativa de la emisora LV12 se inauguró una escultura en el lugar donde se produjo el siniestro que terminó costándole su vida y la de su familia.