Tucumán recibe el nuevo año conmocionado por una nueva tragedia: La muerte de la joven médica que cayó en el cerro San Javier mientras volaba en parapente. Sus familiares y amigos cuestionan las declaraciones del instructor que estaba con ella al momento de su caída y consideran imposible que ella tomara la decisión de arrojarse al vacío.
Natalia Vargas volvió a Tucumán después de un año y medio. Su intención era pasar las fiestas de fin de año con su familia y celebrar con sus amigos para luego irse de viaje a Brasil.
La médica de 28 años vivía en Alemania hace tres años. Allí realizaba la residencia en Medicina. Regresó a su tierra (era oriunda de Concepción) luego de muchos meses de estar lejos de sus seres queridos.
La joven llegó al predio donde se realizan los vuelos de instrucción y recreación este viernes junto con un grupo de amigos para disfrutar de la experiencia. Cumplió con todo el procedimiento para concretar su salida, como firmar el habitual contrato de deslinde de responsabilidades que dispone el club de vuelo. Con todo ello, se puso el equipo, que incluye el arnés de seguridad, y se subió al biplaza que estaba manejado por un piloto, Ariel Salazar.
Según la información policial, Salazar relató que luego de salir en vuelo, la víctima habría sufrido un ataque de pánico y presionado un dispositivo que provocaría el desprendimiento de su equipo. Sin embargo, allegados a la víctima plantearon sus dudas y manifestaron que eso no podría haber ocurrido.
“Era una persona que amaba la vida y es imposible que haya tomado la decisión de soltarse. Tampoco creemos que haya sido un ataque de pánico; hizo bromas antes de salir, estaba contenta y ya había volado en parapente otras veces”, manifestó Ana Corres, una de las amigas más cercanas de Vargas.
La familia sostuvo también esa posición durante las últimas horas del viernes. Eso llevó a que la Fiscalía 1ª, a cargo de la investigación judicial, ordenara el secuestro de cámaras grabadoras y celulares y el rastrillaje en la zona de la caída de la joven para poder hallar el posible teléfono de la víctima que podría contener filmaciones del recorrido. En el entorno de la familia se cree que estos elementos podrían arrojar luz sobre lo sucedido.
“Esto es raro. Si se tratara de apretar un botón para soltarse, ¿no hay algo que la sujete ante una emergencia?”, se preguntó otra de las amigas, Sofía Seidán.
El secretario de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, fue el encargado de anunciarles la mala noticia a la familia y a las demás personas, cuando la noche se presentaba en el destacamento policial. Antes de las 20, el Ministerio de Seguridad confirmó que los restos de la joven de 28 años habían sido encontrados a unos 200 metros de Loma Bola, la pista principal de salida de los parapentes.
El cuerpo fue encontrado antes de las 20, en medio de la vegetación. El Grupo Cero, Bomberos, el Siprosa con su servicios médicos y la Unidad Regional Norte llevaron adelante el operativo de búsqueda casi toda la tarde.
El rescate continuaba durante la madurgada de este sábado, ya que el cuerpo era trasladado a paso de hombre debido a la accidentada geografía de esa área. El piloto quedó alojado en una comisaría de Yerba Buena, a la espera del avance de la investigación.
Su historia
Natalia es hija de un hombre conocido en el sur, Juan José Vargas, quien supo ser concejal durante las gestiones de Amado Deguer como intendente de Concepción.
Aparentemente, el padre se encontraba en Las Estancias cuando se produjo el accidente fatal. Entre los amigos se comentaba que había llegado desde Alemania hace pocos días y que estaba haciendo los trámites por las vacunas para seguir viaje a Brasil junto con su familia.
Los vecinos estaban muy acongojados por la tragedia, y algunos recordaban que en estos días se cumplía un nuevo aniversario de la muerte de su abuelo, Juan Vargas, quien había fallecido al recibir una descarga eléctrica mientras limpiaba los techos de su domicilio.