Los familiares de los tripulantes se sintieron desahuciados con la noticia de una implosión ocurrida en el submarino el mismo día de su desaparición. La mayoría de ellos, están seguros de que todos los marinos a bordo fallecieron y que la Armada les ocultó esa información durante una semana. “Ciento por ciento. El jefe de mi hijo me confirmó que están todos muertos”.
Poco después de las 11 de este jueves, en la Base Naval Mar del Plata se vieron dramáticas imágenes protagonizadas por los casi 200 familiares que se encontraban siendo contenidos y que abandonaron el edificio de la Armada en medio de llantos, desmayos, y hasta algún intercambio de golpes de puño.
“Mataron a mi hermano”, fue el primer grito desgarrador de un familiar desde el interior de su auto, cuando abandonaba la base.
“Fue el miércoles (de la semana pasada), a las 11, y están todos muertos”, dijo Itatí Leguizamón. Si bien la Armada no confirmó las muertes, la explosión registrada ese día en la zona, según la esposa del sonarista Germán Suárez, es para ella una confirmación.
“Son unos perversos”, gritó ante la prensa la abogada, que esta semana había dejado saber que en 2014 su esposo ya le había hablado de una falla grave en el buque. “A mí no me van a venir a callar, esto está mal desde hace 15 años”, agregó la mujer, visiblemente enojada.
La esposa del cabo principal Felipe Gabriel Santilli, uno de los 44 tripulantes y de 35 años de edad, pidió que no “dejen solos” a los familiares de los marinos desaparecidos y que se haga justicia. “No nos dejen solos, porque después de esto no se sabe qué va a pasar. Al principio todos nos ayudan y luego nos quedamos solos”, dijo Jessica Gopar entre lágrimas.
La mujer señaló que “se tiene que hacer justicia”, y aunque aseguró que “es muy pronto” para pensar en reclamos, aclaró que no se conformará con “una placa que diga ‘Los héroes del San Juan’”. Santilli integra la Armada desde hace 15 años.
Aseguró que desde que comenzó la búsqueda el submarino, el miércoles 15, había decidido no acercarse a la base porque la “angustiaba mucho más”. No obstante, el jueves despertó con “el presentimiento de que algo grave había pasado”. “El primer día que voy a la base me entero que me quedé viuda con un hijo de 11 meses”, señaló, mientras sostenía un pequeño afiche preparado para Santilli.
Gospar, quien relató que tras recibir la noticia por la mañana en el edificio de oficiales del lugar debió ser asistida por médicos, definió a su esposo como un hombre “maravilloso”. “Mi primer hombre, mi primer amor, 13 años de novios y un hijo que nos costó mucho que Dios nos mandara. Y que lamento que no pueda disfrutar, pero va a saber que su padre era un gran padre”, declaró mientras abandonaba el lugar. Santilli, oriundo de Mendoza, vivía junto a Gospar desde hacía seis años en Mar del Plata, y desde hace 11 meses junto al hijo de ambos, Stéfano Felipe.
Luis Tagliapietro es el padre de Damián, otro de los tripulantes que viajaban en el submarino. Dijo que la Armada, al comunicarle que la semana pasada se registró una explosión en la zona del último contacto de la nave, también le dijo que no hubo sobrevivientes.
“Están todos muertos”, aseguró en diálogo con radio La Red. Contó que habló con el jefe de su hijo, quien le comunicó la noticia que desde la fuerza aún no confirmaron oficialmente. “Me llamaron para decirme que explotó”, continuó. Consultado sobre si los tripulantes habían fallecido, advirtió: “Sí, sí, sí, sí. Ciento por ciento. El jefe de mi hijo me confirmó que están todos muertos porque la explosión fue entre los 200 y 1.000 metros de profundidad hace una semana, ocho días”. (Télam/infobae.com/lanación.com)