Cuando Juan Romano tomó la decisión de asistir a un bar ubicado en la entrada de San Pablo jamás imaginó que esa sería el último partido que vería. Romano, hincha fanático de River, hizo lo que muchos tucumanos: buscó el mejor lugar para poder ver el evento que se llevaba la atención de todo un país. Con la pasión a flor de piel, todos en el bar gritaron los goles del partido. Los testigos, afirman que Juan no aguantó ser el blanco de las cargadas y reaccionó cuando tres jóvenes gastaban a un amigo. A
Al intervenir, el hombre recibió un golpe con un fierro en la cabeza. Fue derivado al hospital Padilla con una conmoción cerebral Horas después, los médicos diagnosticarían su muerte cerebral. Su deceso, finalmente se daría en las primeras horas del miércoles . La familia, sin embargo, se llevaría la mayor sorpresa al constatar que los principales implicados eran los propios primos de la víctima. Esto es lo que dicen Carmen y Mirta, hermana y esposa de la víctima.
