El documento nacional de identidad (DNI) de Daiana Garnica abre interrogantes determinantes en la investigación de su desaparición y tras conocerse los resultados negativos de las pericias, se plantea si fue víctima de una red de trata de personas o huyó porque estaba embarazada.
La joven se fue el sábado 6 de mayo de su casa en Alderetes. Según les había dicho a sus padres, se iba a encontrar con su vecino Darío Suárez para realizar unas compras. Nunca más la volvieron a ver y por ese motivo, el hombre que estuvo con ella por última vez y su entorno -otras 12 personas- fueron detenidos.
El fiscal Claudio Bonari, con los indicios que había recopilado, pensó que Daiana habría sido secuestrada y asesinada por Suárez. Su cuerpo, según la hipótesis oficial, habría sido quemado en el horno de la ladrillera donde trabajaba el principal sospechoso. Además, el investigador estimó que podría haber recibido la colaboración de Fabián Pacheco y Claudio Matar, compañero de trabajo y dueño de la fábrica de ladrillos, respectivamente. Por mantener esta línea investigativa, también terminaron detenidas otras nueve personas (la mayoría familiares y allegados de Suárez) a las que acusaron de encubrir a los principales sospechosos.
Sin embargo, a mediados de esta semana, esa teoría sufrió un duro golpe. Los resultados de las pericias genéticas que se hicieron en los elementos extraídos del horno y de la sangre que se encontró en diferentes prendas y elementos secuestrados a los sospechosos dieron negativo, es decir, que no eran de la joven desaparecida.
La novedad se conoció días antes de que la Cámara de Apelaciones diera a conocer el fallo sobre diferentes planteos que se hicieron en la causa. Si bien es cierto que aún falta el voto de Eudoro Albo (ya opinaron distinto Liliana Vitar y Enrique Pedicone) ese informe permitiría que la mayoría de los acusados recupere la libertad y que se profundice la investigación de la línea de trata de personas. Eso ocurrirá si es que el tribunal no declara la incompetencia y envía la causa a la Justicia Federal.
Bonari sostuvo la teoría del crimen, a pesar de las insistencias de la familia, pero uno de los elementos que tuvo en cuenta es la desaparición del DNI para no descartar la posibilidad de una red de trata. Con el documento en su poder, los integrantes de la organización podrían haber movilizado a la adolescente por todo el país y hasta haberla sacado al exterior.
En septiembre, el investigador recibió una denuncia anónima que indicaba que Daiana había sido vista en una provincia de Cuyo y que, posiblemente, estaba ejerciendo la prostitución. Hasta allí se trasladó una comisión de la división Homicidios, pero no logró ubicarla. Sin embargo, de acuerdo a fuentes judiciales, los agentes encontraron indicios para no descartar esta pista.
Bonari, ni bien finalizó la feria judicial de julio, convocó a los investigadores de la División Trata de Personas para que se sumaran al trabajo. Los especialistas de la fuerza comenzaron a analizar la causa desde la primera foja. Según trascendió, en el expediente aparecen varias denuncias sobre cómo habían secuestrado a Daiana el día de la desaparición. Analizaron varias pistas, pero hasta el momento no llegaron a comprobar su veracidad.
Los pesquisas, en medio de la investigación, también recibieron el dato de que la joven podría haber huido de la provincia porque estaba embarazada. Ese dato también fue tenido en cuenta por el fiscal Bonari, que pidió a los policías que buscaran información en los centros asistenciales para confirmar o descartar que la joven haya sido atendida. Como no tuvo ningún resultado positivo, el fiscal redobló la apuesta: envió un oficio al Ministerio de Salud de la Nación para que le informe si Daiana recibió atención médica en alguna provincia. Todavía no tiene los informes.
“No debe descartarse ninguna pista. Desde un primer momento dijimos que había varios indicios que debería haberse investigado y no sólo apuntar en la hipótesis del homicidio. Y no lo digo porque soy defensora de un sospechoso, sino porque conozco la causa”, explicó Julieta Jorrat, defensora de Darío Suárez y de la mayoría de los que se encuentran detenidos por estar acusados de encubrimiento. La abogada indicó que los resultados de las pericias fueron contundentes y casi descartan la hipótesis del fiscal Diego Bonari. “Es cierto que se puede hablar de un caso de trata de personas, pero también hay que seguir otras líneas, entre ellas, que Daiana haya decidido irse de su casa con otra persona por su propia voluntad. Y esa hipótesis surge de las declaraciones que realizaron la madre y la hermana de la joven”, concluyó Jorrat.
“Se centró la investigación en el homicidio dejando de lado otros indicios importantes que figuran en la causa. Pero este no sólo fue un error del fiscal Bonari, sino de un juez de instrucción que avaló todo el proceso sin tener en cuentas las garantías de los sospechosos que están privados de su libertad”, explicó Alejandro Flores, defensor de Claudio Matar.
El abogado de la familia Garnica no se inclina aún por ninguna hipótesis “Se debe seguir esperando. Todavía no se hicieron todas las pericias y el fiscal tiene interés que se hagan antes de tomar alguna decisión”, indicó Carlos Garmendia, representante de la familia de Daiana Garnica. El profesional indica que nunca se descartó la posibilidad de que la joven haya sido víctima de una red de trata de personas. “Se trata de una chica que proviene de un sector vulnerable de la sociedad. También puede haberse marchado por cuenta propia. Sin embargo, no puedo confirmar nada hasta que estén los resultados de los estudios que se realizaron a los teléfonos secuestrados en la investigación”, señaló.