Doce años después de abandonar la banda femenina de música pop Pussycat Dolls, Kaya Jones decidió contar la tormentosa verdad detrás del éxito que tuvo el grupo. Prostitución, drogas y abusos: con ese contexto se encontraron las jóvenes según relató la cantante a través de Twitter.
“Mi verdad es que no estaba en un grupo de chicas, estuve en un círculo de prostitución. Cantamos y fuimos famosas mientras todos se quedaban con el dinero que ganábamos”, denunció la artista, de 33 años, quien formó parte de la banda entre 2003 y 2005.
“Trataron de silenciarnos, pero nos hizo más fuertes. Trataron de drogarnos, pero estábamos muy despiertas. Trataron de dejarnos en una lista negra, pero nuestros fans nos siguieron. Ya no somos niñas”, agregó.
En su catarata de tuits, Jones reconoció que todas las integrantes fueron abusadas: “¿Por qué no denunciarlo? Porque todas fuimos abusadas, a mí personalmente me advirtieron que si hablaba iba a terminar muerta o que arruinaría mi carrera”.
“Para ser parte del equipo, debes ser jugador del equipo. Lo que significa dormir con quién te dicen”, resumió.
Pese al éxito que tenía el grupo, y la proyección de sus integrantes, Jones sostuvo que la realidad a la que fueron sometidas hizo que prácticamente todas las chicas se alejaran “de sus sueños”.
La cantante también apuntó contra Robin Antin, coreógrafa que fundó The Pussycat Dolls: “Quiero que la madre de este infierno confiese por qué otra niña de uno de sus grupos de chicas se suicidó”.
Ese mensaje fue publicado en alusión a Simone Battle, una joven que formó parte de la banda G.R.L, dirigida por Antin, quien se suicidó.
Por medio del sitio de entretenimiento “The Blast”, la coreógrafa respondió a los dichos de Jones: “No son más que mentiras repugnantes y ridículas”. “Fue solo una de las muchas chicas que audicionaron para el grupo a lo largo de los años (…) Nunca se convirtió en un elemento permanente”.
“The Blast” informó que Antin y sus abogados están preparando acciones legales contra Jones por sus dichos.
Fuente: Infobae.