Nadia Gisel Fucilieri, una enfermera tucumana de 29 años, asesinó este miércoles durante la madrugada a sus dos hijos pequeños: Pía del Rosario (2) y Marcelino Martínez (4).
El caso conmocionó a la provincia por la atrocidad del filicidio y por el hecho de que la mujer sobrevivió a pesar de haberse autoinfligido heridas tras degollar a los niños.
El hecho fue descubierto por un pariente que normalmente llevaba a los pequeños a la guardería. Según trascendió, el hombre comenzó a golpear la puerta comenzó a preocuparse cuando vio que no le abría nadie. Insistió hasta que observó el movimiento de una mano ensangrentada. Minutos después, la enfermera le entregó la llave para que abriera.
Según habría declarado el hombre a la Policía, ingresó a la casa de Santa Fe al 1.800 y descubrió a Fucilieri herida, sollozando y en estado de shock.
“Andá a ver a los chicos”, le habría dicho balbuceando. El pariente le hizo caso y descubrió a los niños sin vida en una aterradora escena. El piso y la cama bañados en sangre.
La joven fue trasladada hasta el Centro de Salud, donde fue atendida de las heridas superficiales que se había cometido en su desesperado intento de quitarse la vida por lo que había hecho.
Luego, fue derivada al Hospital Padilla donde fue atendida por un psiquiatra. A la noche, el profesional recomendó que la llevaran a un lugar especial para que recibiera atención específica durante todo el día. Por esto, pasó la noche en el Hospicio del Carmen.