La historia de Luis Giménez cambió de un momento a otro por culpa de un golpe traicionero que lo dejó debatiéndose entre la vida y la muerte y postrado en una cama durante largos años. Fue una brutal golpiza la que lo dejó casi al borde de la muerte. Hoy se queja de que la causa no tenga fecha de juicio cuando el ataque ocurrió en 2016, hace once años.
El hombre se moviliza con la ayuda de un bastó al que se aferra con su mano izquierda. Cuenta que pudo salir adelante a partir de mucho esfuerzo. Según él mismo explica, ni siquiera los médicos le daban esperanza”s de volver a caminar.
“Los médicos me dijeron que es como si me hubiera quemado la memoria de la computadora. Eso hoy me impide leer. Incluso de a poco comencé a reconocer a las personas, porque no me acordaba de nada. Me tuvieron que reconstruir”, afirma.
Después de muchos años de esfuerzo salió adelante a pura fuerza de voluntad y gracias al apoyo de sus seres queridos. “Ni los médicos creían que me iba a levantar, yo estuve prácticamente muerto. Me abrieron la cabeza y me reconstruyeron los dientes. Tampoco puedo mover el brazo derecho desde entonces. Yo no podía caminar. Ni los médicos creían que iba a volver a caminar”, dice, y agrega: “Hice como ocho años de fisioterapia, mañana, tarde; y si podía, también de noche”.
Once años pasaron desde que Giménez fue brutalmente atacado por una patota en Villa Carmela. Sufrió lesiones graves que le ocasionaron daños tanto a nivel físico como neurológico. Lo que ocurrió en 2016 es que el hombre fue a reclamarle a unos vecinos que desde hacía varias horas estaban causando incidentes en la cuadra.
“Estaban consumiendo bebidas alcohólicas y cocaína. Yo les reclamé y comenzamos a pelear. Entonces, un policía que estaba atrás mío levantó un pedazo de pavimento y me golpeó en la cabeza”, explica.
Sobre las demoras de la justicia para definir una fecha de debate, remarcó: “Espero mi juicio porque ya pasaron once años. La verdad ya estoy cansado, es muchísimo tiempo. Los detenidos fueron quedando libres pagando dinero y eso no puede ser”, concluyó.