El conocido perforador tucumano que fue denunciado en las redes sociales por múltiples mujeres que lo acusan de abuso sexual, habló de las acusaciones y aseguró que se trata de malentendidos que se dieron durante una época en la que “quería practicar y los colocaba a precio de costo”.
Todo comenzó cuando a través de Twitter, la usuaria @Dolo_morgan denunció un intento de abuso del que habría sido víctima en el local de tatuajes y piercings Incubo, del centro de San Miguel de Tucumán perteneciente a Sebastián “Manzana” Dip.
“¿A cuántas de ustedes en Incubo el gordo pajero dueño les ofreció un piercing ‘íntimo’ e intentó manosearlas?” escribió, y sorprendentemente las respuestas fueron muchas de personas que contaban situaciones similares. Y continúan llegando más testimonios aberrantes.
En la tarde de este martes, el perforador y tatuador habló en Radio Fish y dio su versión de los hechos. “Uno comete errores en la vida“, se escudó.
“Yo hago un laburo profesional y he colocado muchos aros íntimos y por ahí se crea un vínculo de buena onda con la gente y se ofenden. Yo en una época ofrecía muchos piercings en los pezones tanto a hombres como a mujeres y son publicaciones de esa época en la que quería practicar y los colocaba a precio de costo. Parece que se malinterpretó“, señaló.
“Estoy shockeado. Ofrecía tatuajes para practicar a precios muy bajos, igual con las perforaciones íntimas. Es parte de mi profesión practicar”, comentó y aseguró que no reconoce a ninguna de las denunciantes.
Tras sus declaraciones, nuevamente a través de Twitter, aparecieron más testimonios de mujeres que dieron detalles de cómo fueron los episodios por los que acusan al perforador.
Aunque en sus declaraciones el perforador intentó decir que se trató de “una época”, en la que ofrecía ese tipo de servicios para practicar, y la situó en el 2013, según los testimonios de las mujeres afectadas los episodios van desde el año 2000, hasta el más reciente dos semanas atrás.
Sin embargo, a las denuncias de ofrecimientos de perforaciones íntimas, ahora se suma el testimonio de mujeres que dicen que además de eso, Dip las habría tocado, intentado besar, intentado que se desnuden y hasta les habría mostrado sus propias partes íntimas sin su consentimiento.
Finalmente, lejos de reconocer que podría haber tenido alguna actitud equivocada, realzó su labor y dijo que: “Es lindo saber que con un trabajo que hago a esas personas, que me paso, mujeres que no tenían orgasmos después me mandaron mensajes diciendo que gracias a ese piercing ahora disfrutan de una relación sexual“.
