Días atrás, un joven tucumano utilizó las redes sociales para denunciar que junto a su novia habían realizado una reserva para cenar en un conocido restaurante nocturno con aires intelectuales, pero al llegar al lugar, les negaron el acceso sin explicar los motivos.
Se trata del bar Borges Speakeasy, ubicado en Avenida Sarmiento 1200 y ambientado en una antigua librería. El acceso a este exclusivo lugar es posible por medio de un código secreto.
Luego de la controversia por la denuncia que se viralizó en las redes, desde la página oficial del restaurante, uno de los socios jefes del lugar desmintió que los hechos hayan ocurrido así y que haya habido discriminación alguna.
Luego del confuso episodio, Sebastian Finkelstein aseguró que los dichos de Pérez son falsos ya que no contaban con una reserva para cenar a su nombre, aseguró.
“Tomé conocimiento de lo sucedido a las 23.45h. de ese mismo día, por un mensaje en instagram de la titular de la reserva, pero que de ningún modo nos hizo saber, que vendrían otras personas en su nombre“, señaló.
Además, aseguró que al no tener una reserva a nombre de la pareja, los empleados del local le ofrecieron realizar una para otro día pero Pérez rechazó la oferta.
“Lejos de haber tenido tan reprochable acto con persona alguna, nuestro Bar se maneja mediante reservas para cenar por cuanto es el concepto que hemos decidido implementar, para comodidad y seguridad de todos nuestros clientes. El juego de la contraseña para las reservas, solamente tiene un animus iocandi, proveniente también del mismo concepto y que de ningún modo se intenta ofender, diferenciar ni discriminar a nadie por
motivo alguno”, detalló.
El dueño agregó, además, que los empleados del local son respetuosos de la ley y nunca discriminarían a alguien por su color de piel o estatus social. “Queremos dejar aclarado que no somos delincuentes, que somos respetuosos de la ley, que no se ha discriminado a persona alguna, ni por su auto, ni por su piel, ni por ninguna condición. Y que de ningún modo se permiten ni convalidan actos, acciones, u omisiones que atenten contra el honor, y la dignidad de las personas. Que esta empresa, como así también a título personal dejamos expresado nuestro rechazo no solo a la discriminación, sino también, a la instigación al odio y a la violencia“.
“Les hacemos saber que se han realizado las acciones legales pertinentes, y será la justicia la que determine la responsabilidad de discriminadores, difamadores, instigadores, y de la existencia de cualquier otro delito cometido, por cuanto el que los haya ocasionado deberá responder”, finalizó.