Sergio Silva-Teresa Caram y su hijo Gustavo son los propietarios del supermercado Tiburón, el local donde alguien cometió el robo más inesperado que se pueda imaginar. Estamos en una ciudad donde pasa de todo pero…esto no…me juran que no pasó nunca. Fue un robo en un set de filmación donde habían policías que habían detenido el tránsito para el rodaje de una película que debía recrear un atraco; el atraco que se perpetraba por varias personas-los actores-precisamente, en ese local.
Fue en el rodaje donde supuestamente-según el borroso ladrón del video sin percatarse-se cargó un calefón al lomo para ir a buscar su moto. La faena del chori se convirtió en una noticia nacional replicada por todos los medios en diferentes latitudes del país. La dueña del local, que tiene más de 50 años, asegura que nunca entraron a robar en el lugar y que se percató de inmediato de lo que sucedía porque los actores una vez que “robaban la mercadería” debían entrar por otra puerta al local y en el caso del intruso vio como salió corriendo “en otra dirección”. Insólito, inesperado. Vergonzoso. El ladrón fue invitado a pasar al local donde dijo lo que le salió: “yo pensé que se trataba de un saqueo de verdad”
“Lo tomamos como una anécdota pero nos sentimos tristes…yo temí perder a mi madre durante los saqueos de diciembre de 2013…pensé que se moría mientras nos querían tirar la puerta a machetazos”, dice Gustavo, sin evitar la media sonrisa- resignación amarga- por lo que les tocó vivir.
Teresa, por su lado, nunca supo en toda su vida de otra cosa que trabajar. Nunca supo que el 21 de julio de 2017 todo un país iba a hablar de su negocio familiar levantado con mucho esfuerzo. “Nosotros no somos ni macristas, ni kirchneristas, ni manzuristas ni alperovichistas. Somos trabajadores. Abrimos el local todos los días, de lunes a lunes, le damos trabajo a chicos que son de El Sifón y otras zonas pobres del barrio. Aquí trabajan chicos que nos defendieron de los saqueos de ese diciembre negro. Te juro que en un momento pensé… todo lo trabajado, todo mi esfuerzo lo voy a perder ahora todo?”
Memoria
“Ahi vienen…ahí vienen”. Ese es el grito que los metió en una guerra inesperada aquel diciembre de 2013. “Es una cosa horrible cada diciembre pensar aunque más no sea un día que todo puede volver a pasar…que puede repetirse, que alguien puede entrar gritando: “ahí vienen, ahí vienen”. Gustavo tiene razón. Así y todo explica que no dudaron en poner a disposición el local entero para el rodaje de la película “El Motoarrebatador” por un pedido que le hizo Cecilia Salim, la productora, a quien conocen. En el lugar recrearían la escena más infame que vieron en esos 50 años de trabajo familiar. No les importó. Se prepararon sospechando que aquel día de filmación iba a ser algo distinto a todo. Y lo fue. Por una razón muy diferente a la imaginada.
“A mi todo me parecía lindo…porque mi local iba a quedar perpetuado en una película…era como un recuerdo hermoso con el que me iba a quedar para disfrutar de los años que me queden…nunca me imaginé que iba a pasar esto”, dice Teresa. Mientras habla, la mujer no deja de recibir apoyo y banca de los clientes y quienes que pasan por ahí. Tocan bocina, saludan de los autos. Impensable hace 24 horas atrás. Algunos incluso, parecen mucho más indignados que los mismos propietarios.
“Ojalá podamos reflexionar sobre lo que pasó. Los valores del hombre están cambiados a los que conocí en los inicios de mi negocio”, dice con una luz viva en sus ojos que indican la fortaleza que tiene para seguir.
Esta es la charla completa:
La infame escena del ladrón llevándose su botín apareció en el video de You Tube del diario La Gaceta:
Video de you tube