Una pequeña de cinco años fue por caramelos y apareció muerta a metros del kiosco

Publicado el: 20 julio, 2017

Un terrible y misterioso hecho conmociona a una localidad cordobesa en los últimos días: una pequeña de cinco años fue a compras caramelos y apareció muerta a metros del kiosco.

Luna Viera, de sólo 5 años, se dirigió a un kiosco cerca de su casa el miércoles por la tarde y nunca más volvió. El hecho ocurrió en el pueblo de Tío Pujio y se investiga si se trató de un homicidio o un accidente.

Cuando fue encontrada, la niña tenía señales de haber sufrido un contundente golpe en la cabeza y yacía en la casa de un vecino, que fue quien dio aviso a la policía e inmediatamente quedó demorado por poseer antecedentes de violencia.

El cadáver fue trasladado a Córdoba capital para realizar la autopsia. Así la fiscal de Villa María, Silvia Maldonado, podrá tener un elemento firme para establecer si se trató de un homicidio y cómo se produjo el deceso.

El vecino que dio aviso, quien cuenta con antecedentes de episodios de violencia, afirmó que la chica habitualmente se pasaba a su jardín para jugar. De acuerdo con el testimonio de algunos testigos, en el momento de la detención, el hombre, de quien no se reveló la identidad, aseguró que quiso empujar a la nena a una casa lindera y que la niña murió al caer de cabeza del otro lado del muro. Antes de que la policía lo detuviera, el dueño de la casa fue agredido a golpes por varios vecinos.

El cuerpo de la pequeña Luna presentaba un golpe profundo en su cabeza y estaba vestida pero le faltaban las botas con las que había salido de casa.

¿Qué pasó?

La madre de Viera le había entregado 50 pesos a la nena para que fuera a comprar golosinas a un quiosco de la esquina. La niña llegó al kiosco, según dijo la propia dueña del local, que fue la última en verla con vida. La mujer les contó a otros vecinos que la niña se llevó sus caramelos, 30 pesos de vuelto y se marchó sola de regreso a su casa.

Pero Viera nunca volvió y ante la demora, la madre de la niña, familiares y otros vecinos salieron a las calles del barrio a buscar a la niña. Finalmente, el cuerpo de Luna apareció en una casa ubicada a pocos metros del kiosco pero en dirección contraria a su propio hogar.

El cuerpo se encontraba boca arriba, con un pequeño sangrado en la nariz, mientras que no fueron hallados los caramelos ni los 30 pesos que llevaba consigo.

La fiscal se encuentra ahora en plena investigación para definir si se trató de un homicidio o de un accidente. Mientras tanto, el vecino que encontró el cuerpo continúa demorado.

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