Un grupo de 13 amigos sufrió este miércoles a la madrugada un violento asalto mientras jugaban Fútbol 5 en una cancha en Villa Piolín. Además de llevarse plata, celulares y una moto, uno de los delincuentes golpeó en la cabeza a un futbolista.
“No pensábamos que nos podía pasar algo así en plena avenida. Estábamos jugando a la pelota y de repente entraron cuatro o cinco tipos con armas, a los gritos. Quedamos muy mal después de eso. A un amigo le partieron la cabeza de un culatazo”, relató Damián Medina, una de las víctimas del asalto ocurrido en un complejo de canchas ubicado en Mate de Luna al 2.800.
Cuando los asaltantes ingresaron al local, los 13 muchachos, qu eran todos menores de 30 años, tuvieron la misma reacción: “Fuimos para atrás y nos sentamos. Nos empezaron a preguntar por las llaves de las motos. Como no les contestábamos, le pegaron con la pistola a un amigo, que se tuvo que hacer puntos en un hospital. Se llevaron plata, celulares y una moto”, advirtió el joven que dio a conocer el caso por las redes sociales.
Con este ya serían al menos tres los casos que hubo en los últimos meses, en que asaltantes irrumpen en un complejo de canchas y asaltan a los presentes. En marzo, cuando ladrones se llevaron la recaudación y las pertenencias de 25 personas que hacían deporte en San Miguel al 300. En junio, unos 10 hombres armados ingresaron a un local ubicado en el pasaje Alemania a la altura de Crisóstomo al 2.900, y bajo amenazas se llevaron bolsos, celulares y billeteras.
“Hace cuatro años que íbamos a jugar todos los martes a la noche, pero ahora creo que no vamos a volver a esa zona. Nunca nos había pasado algo así. El más afectado es el dueño de la moto, era nueva”, agregó Medina.
El encargado del lugar, donde también funciona un instituto de educación física, no pudo dar detalles sobre el asalto; sin embargo, comentó que este año ya van contando unos 10 robos a chicos que van a jugar y son asaltados en la verja.
“Siempre es la misma forma: vienen dos en moto, el de atrás los encañona, les quitan las cosas y se van. No les importa que haya mucha gente en la avenida, esto ocurre a toda hora. Además, no se puede hacer mucho cuando te apuntan con un ‘fierro’. El dueño del complejo pidió que pongan un policía en la puerta, pero no lo enviaron”, contó Gustavo Salazar.