Paula Argañaraz, la joven que fue atropellada y abandonada en la avenida Aconquija hace ya más de un mes, al fin volvió a su casa tras estar internada y mucho tiempo sedada por las impresionantes consecuencias del choque. Sus amigas intentan ayudarla a recordar.
Después de estar internada desde que fue arrollada el 4 de junio por un menor que conducía un auto en la avenida Aconquija, Paula abandonó este lunes la clínica en la que estuvo con varias fracturas y una lesión neuronal.
Mario Argañaraz, el padre de la estudiante de Medicina, contó a un medio tucumano que “va progresando, pero no ha salido de las complicaciones. En este momento está llorando por los dolores. A veces son largos, a veces cortos, y suelen ser fuertes”.
“Dentro de ese cuadro podíamos seguir en la clínica o volver a la casa y que nosotros le administremos los medicamentos. Ella sigue sin poder sentarse siquiera. Apenas hará pequeños movimientos, hasta que estemos seguros de que hay una fijación completa de los huesos”, explicó.
Por consejo de los médicos, su familia intenta que esté tranquila y no le hablan demasiado sobre el accidente. Cuando estuvo en la clínica los médicos le contaron lo que había pasado e incluso su madre le hizo leer algunas notas periodísticas al respecto. Su reacción fue preguntar si el conductor no la había visto. “Estaba bajo los efectos de muchos sedantes en ese momento. No está mal neurológicamente, pero los médicos están expectantes a su evolución y no queremos llevarla a tratar ese tema”, agregó Mario.
Su padre contó además que ahora, en casa, Paula pasa el tiempo entre series, televisión y libros de medicina que le pide a sus compañeras de la facultad. Además, aunque el golpe en la cabeza le afectó un poco la memoria, ella puede tener largas charlas con sus visitas y ya le dijo a todos sus allegados, y si todo sale como lo esperan, apenas tendrá algunas secuelas mínimas.
“Van las compañeras y le hablan de los libros, de los estudios; ese también es un buen ejercicio para su memoria. Cuando arrancó todo el proceso de recuperación, ella no sabía ni que iba a la facultad. A veces le nombrábamos a algunas personas y no las recordaba. Por eso, las chicas le hicieron un video y un álbum con fotos de todas las cosas que ella hacía, para ayudarla. Está progresando bien”, detalló.
“Nosotros estamos mucho mejor. El día del accidente y hoy son dos mundos distintos. Si antes teníamos esperanzas, ahora mucho más. No importa el tiempo, esperamos que se recupere. Quizás puedan quedar algunas secuelas, pero queremos que avance lo máximo posible”, agregó el hombre.