Era la noticia más esperada. Paula Argañaraz, la estudiante universitaria que fue atropellada por el auto que conducía un adolescente que se dio a la fuga en Yerba Buena, salió de terapia intensiva y ahora se encuentra en una habitación de la clínica privada donde se encuentra internada.
Fue una decisión tomada por los médicos que monitorean permanentemente la evolución de la joven accidentada: primero la estudiante se despertó-se encontraba sedada por disposición de los médicos-y luego el equipo médico fue advirtiendo el notable avance de su estado. “La pasaron por eso a una habitación de piso”, indicó Mario Argañaraz, el padre de la joven a Radio Rivadavia.
La decisión de los médicos fue tomándose bajo una estricta supervisión por las graves lesiones sufridas por la joven tras ser arrollada. El conductor prófugo se presentaría posteriomente ante la Justicia, luego de la polémica decisión de su madre, la odontóloga Berta Poliche de mentir ser quien conducía el auto que luego sería secuestrado de una casa en el country Jockey Club.
Conforme transcurrieron los días, los familiares de Paula advirtieron que aún no tenía plena lucidez pese a que “preguntaba permanentemente que había pasado”. Fueron primero los enfermeros quienes le explicaron que había sido víctima de un accidente, cuando la joven despertó y quiso sacarse los instrumentales del respirador a la que estaba conectada. “Como estudiante de medicina pudo entender algunas cosas pero todo le es casi extraño”, indicó la hermana de la joven a Tuc Sin Filtro.
Es que al no estar sedada, la joven siente un poco más los dolores de las tres fracturas que sufrió cuando la embistió un Honda Fit. Ocuparse de ellas es el próximo paso de los profesionales, que hasta el momento se habían dedicado fundamentalmente a la parte neurológica.
