Gabriel Alejandro Figueroa es uno de los sobrevivientes del trágico accidente en la Cuesta de los Terneros, en San Rafael, Mendoza, y contó la desgarradora experiencia que le tocó vivir al ver a sus compañeros y amigos heridos y algunos ya sin vida.
El joven, estudiante de la escuela de baile Soul Dance Studio de Grand Bourg, estaba en el micro y resultó ileso, por lo que dio detalles de las terribles escenas de las que le tocó ser testigo.
El joven, que venía durmiendo al momento del vuelco del ómnibus, precisó que primero sintió como “un bache” que lo despertó y al instante la misma sensación pero “multiplicada por diez”. Fue lo último antes encontrarse con las peores imágenes.
“Entrar y ver toda esa masacre, toda esa sangre, los cuerpos, fue mucho más fuerte que yo”, relató el joven que a pesar del shock pudo cargarse a uno de sus compañeros al hombro, romper el vidrio y salir del micro. Una vez fuera no pudo volver.
“No podía volver a ver toda esa sangre, ver a todos mis amigos muertos, con heridas, con fracturas”, precisó el joven, que tras abandonar el transporte pidió inmediatamente un teléfono celular prestado a una de las personas que se habían detenido a ayudar y le avisó a su mamá que estaba bien.
Gabriel fue de los últimos en ser trasladados debido a que sólo sufrió algunos raspones. Lo derivaron a un albergue, mientras que sus compañeros eran distribuidos en distintos hospitales y clínicas.
“Quiero creer que le fallaron los frenos”, dijo refiriéndose al chofer del micro, quien según los primeros testimonios de los testigos viajaba a gran velocidad.
El accidente se produjo este domingo poco antes de las 16, en una zona de curvas y contracurvas en el sur mendocino. El hecho dejó un saldo de 15 muertos y 21 heridos.