Sergio Silva Velázquez-Debieron pasar 19 días para que el milagro tomara forma entera. Martín salió del hospital de Niños este lunes 26 de junio, que marcará un antes y un después para la familia. Maximo y Florencia, sus padres, nunca dejaron de creer en su recuperación. “Sigan rezando que mi bebé va a salir…tiene mucha fuerza y se que se va a recuperar”, decía una Florencia a la que no se le podía borrar la sonrisa, hace una semana, cuando habló con Tuc Sin Filtro. Una sonrisa le atravesaba el rostro ilusionado y curioso mientras veía las cámaras sobre él, al abandonar el hospital.
El 7 de junio, Martincito cayó desde unos 40 metros de altura, desde el balcón de su departamento en el Noveno Piso al vacío: no sufrió fracturas ni traumatismos, más allá de las lesiones sufridas en los pulmones y el páncreas. En el Hospital los médicos se miraban casi sin entender. Era, casi inexplicable que la criatura no hubiera tenido lesiones graves.
“Cayó sobre la tierra y eso pudo amortiguarle algo el impacto”, dice Maxi, que fue el primero que vio a la criatura en el suelo, tras asomarse por el balcón: había sido casi en un descuido que el niño se había dirigido allí debido a que la ventana estaba abierta. “Bajé por las escaleras como pude. Yo había visto que se movía y por eso sabía que estaba vivo pero tenía que verlo y comprobarlo. Fueron los momentos más desesperantes de mi vida”, dice Maxi.
Esto decían sus padres, días antes de salir del hospital:
La criatura debió ser intervenida quirúrgicamente, al mismo tiempo que le colocaron un drenaje en la cabeza mientras que debieron hacerle una punción en los pulmones para poder evacuar líquido acumulado.
La sonrisa de Martín, como si sospechara que le ha tocado protagonizar algo importante, lo muestra casi pletórico y feliz. Así se marchó a su casa: lo espera un largo tratamiento de estimulación mientras se prepara para celebrar en unos pocos días su cumpleaños número 4.
Foto: Mauro Shrotlin de La Gaceta.
