Susana Cisneros, mamá de Daiana Garnica, contó que desde el sábado, que la adolescente salió de casa, no recibió ninguna información de parte de la Policía, a pesar de que siguen con los rastrillajes en distintas zonas para intentar dar con el paradero de la joven.
El sábado alrededor de las cinco de la tarde, Daiana y su mamá tomaban mates cuando la adolescente recibió el llamado de Darío Suárez, el principal sospechoso de la desaparición de la joven. “Nosotros lo conocemos, lo habíamos ayudado muchas veces, le teníamos mucha confianza” contó Susana.
El hombre le pidió a la adolescente que lo acompañara a comprar un aire acondicionado para su madre, y ella salió a su encuentro alrededor de las 18. “Le pidió que lo espere en la parada al lado de una hidráulica, yo le digo que mejor la pase a buscar, pero él le dice que no quería que su mujer se entere”, recordó Susana.
Daiana salió y dejó su teléfono celular. Cerca de las 22, ya desesperados porque no regresaba su madre buscó el número teléfonico de Suárez, le pidió que le avise qué era lo que había hecho con Daiana, pero sin obtener respuestas. “Él tuvo tiempo de haberla sacado ya de la provincia, yo le pregunté si a quién la había entregado”, aseveró Susana.
Según Susana, Suárez conocía a una mujer de Buenos Aires, “La Porteña”, que trabajaba en prostitución y aparentemente reclutaba jóvenes desde Tucumán. “Quizás no le hayan hecho daño pero la hayan entregado, yo lo único que pido por favor es información” agregó.
“Yo la conozco a mi hija” dijo Susana, por eso se preocupó cerca de las 22 cuando Daiana no regresaba a su casa y decidieron ir a hacer la denuncia en la comisaría de Alderetes. Su hermano, Joel Garnica contó que no le querían dar el acta porque no tenían sello y que vuelvan después del fin de semana, por eso fueron a Trata de Personas.
Ese mismo día Joel se acercó a Suárez y este le negó todo, lo que generó aún más sospechas, porque Daiana se encontraba con su madre cuando recibió el llamado del hombre.