Un terrible hecho tuvo lugar en Santiago del Estero. Un joven de tan sólo 17 años secuestró a un nene de cinco años para abusar de él. Ahora la Justicia de Añatuya debe resolver el futuro del adolescente.
El nene jugaba en una plaza y en un descuido de su madre, habría sido secuestrado por el adolescente que luego los sometió sexualmente a tres cuadras, en la ciudad de Bandera, departamento Belgrano.
Según la investigación, la madre de la víctima fue en busca de azúcar, ya que tomaba mate. Dejó al niño durante unos segundos y al retornar, había desaparecido. Media hora después, una joven lo descubrió deambulando y llorando.
A la policía no le resultó muy difícil, por testigos, establecer que lo había secuestrado un joven de 17 años y cuyas iniciales serían “M.A.”.
Rápido, los médicos confirmaron que había sido vejado, lo cual tornó grave la situación del adolescente, imputado por “abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad”, trascendió.
Al requerirse una profunda investigación, surgieron aspectos clave que emanaron de su familia. Por ejemplo, que tendría a dos parientes presos por violación. Uno, condenado. También, que el joven habría sido atacado sexualmente de niño, hecho que ahora debe ser merituado por los investigadores.
Con tamaños antecedentes, la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami, presidió una audiencia en los tribunales, ya que el acusado está próximo a cumplir 18 años.
En ella, la defensa habría requerido la “externación” (una especie de libertad), basándose en la excelente conducta, se supo. El adolescente hoy está alojado en un centro juvenil para jóvenes en conflicto con la ley.
Diferente postura es la de la Fiscalía, resuelta en que Lami le fije la prisión preventiva, una vez que el “internado” cumpla los 18.