En una carta dirigida a monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el Papa Francisco expresó su dolor por los graves daños que las lluvias torrenciales provocaron en numerosas provincias del país durante los últimos días, entre ellas, Tucumán.
En la misiva, el Sumo Pontífice pide que hagan llegar su “cercanía espiritual a esas miles de personas que han tenido que ser evacuadas, muchas de ellas viendo cómo se perdía en un momento todo lo que tenían: hogar, bienes, recuerdos familiares…, fruto de tantos años de sacrificio y trabajo”.
Además, el Papa alienta “a las autoridades, instituciones y voluntarios, para que colaborando entre sí con espíritu de unidad lleven a todos los afectados un testimonio de fraterna solidaridad”.