Ocho horas demoró el vuelo del charter que agotó las 134 plazas que tenía disponibles con un solo propósito: observar en toda su dimensión uno de los grandes fenómenos del mundo.
El avión elegido fue un Boeing 767 de Air New Zealand, que partió el jueves por la noche desde el aeropuerto de Dunedin para volar casi hasta el Círculo Polar Antártico.
La idea fue del director del Museo de Otago, Ian Griffin, quien además es astrónomo. “Fue absolutamente fantástico”, contó tras el vuelo. “Estuvimos debajo; como si fuéramos mirando un río verde“, agregó.
Woah! Nice trip through the southern auroral zone tonight on #flighttothelights Naked eye auroras were spectacular photographically! pic.twitter.com/QSaz0JHeeK
— Ian Griffin (@iangriffin) March 23, 2017
Las auroras polares se forman cuando partículas solares interaccionan con el campo magnético de la Tierra. En el hemisferio sur, la mejor época del año para observarlas es entre marzo y septiembre.
La demanda de lugares superó todas las expectativas. Y la firma que promocionó el vuelo recibió pedidos de todas parte del mundo. Griffin explicó que ya organiza un próximo viaje.