En la provincia de Salta, una joven de 17 años, mamá de una nena de 2, murió tras ser degollada. El cuerpo fue descubierto la tarde del sábado, en la finca Granados, a pocos kilómetros de la fronteriza localidad de Aguas Blancas.Hasta el domingo en la tarde no había sido caratulado como femicidio.
Según el relato que la familia dio a la Policía, alrededor de las 15 del sábado, un matrimonio mayor y su hijo de 21 años, pareja de la víctima, regresaron a la casa que ocupan dentro de la finca.
Al ingresar en una de las habitaciones, descubrieron que la joven Cintia Betiana Rodríguez, yacía con una profunda herida en el cuello y aparentemente estaba sin signos vitales o eran muy débiles.
De inmediato llamaron al Sistema de Emergencias 911 de Orán. Una patrulla policial salió desde la ciudad, mientras que una ambulancia de la localidad de Aguas Blancas también partió para asistir a la adolescente.
La finca es un extenso bananal cuyo ingreso está a un costado de la ruta nacional 50, unos 50 metros antes de llegar al Puesto 28 de Gendarmería Nacional.
Al comunicarse con el equipo que se trasladaba en la ambulancia, les indicaron que habían llegado al lugar y que la joven estaba fallecida.
Tras ser informada del crimen, desde la Fiscalía Penal de turno se ordenó que el Departamento de Investigaciones de la Unidad Regional 2 tomara intervención.
Un equipo retiró el cuerpo de Cintia Betiana, que fue llevado a la morgue del hospital San Vicente de Paúl, en Orán, para que se practicara una autopsia. Este estudio se realizó durante la madrugada y arrojó que la joven murió por un golpe asestado con un arma blanca que le seccionó la cervical.
En la casa que la familia ocupa en finca Granados, los peritos levantaron pruebas y relevaron el lugar para tratar de determinar cómo ocurrió el crimen y quién o quiénes serían los responsables.
Hasta ayer no había sospechosos ni detenidos; además, el caso había sido caratulado provisoriamente como homicidio, sin que la Fiscalía Penal dispusiera añadir el agravante de violencia de género.
Cintia Betiana Rodríguez era oriunda de la localidad de La Unión, en el departamento Rivadavia. Según se pudo saber, hacía dos meses que habían llegado junto a su pareja -el muchacho de 21 años- a vivir en la finca Granados. En ese lugar residen los padres del joven, quienes se encargaban de cuidar a la pequeña de 2 años, mientras la joven pareja trabajaba como empleados temporales.
Tras el hallazgo del cadáver de la muchacha, se informó a su familia de La Unión sobre su fatal deceso.
Hasta el domingo no estaba caratulada como femicidio la muerte de la joven de 17 años. Con ella ya son nueve las mujeres asesinadas desde el 1 de enero a la fecha. De este total, seis casos están siendo investigados como femicidios, mientras que los otros tres permanecen bajo la carátula de homicidio sin ese agravante.
Las nueve muertes, de todos modos, vuelven a poner a Salta como una de las provincias con mayor violencia contra las mujeres.