Un equipo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) logró documentar por primera vez cómo se ilumina la rana punteada sudamericana (Hypsiboas punctatus) cuando está en la penumbra. Se trata de una rana fluorescente que cambia de color cuando baja el sol.
Los herpetólogos Carlos Taboada y Julián Faivovich, co autores del estudio publicado esta semana en el Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), lograron localizar a la rana fluorescente en Santa Fe y descubrieron que se trata del primer anfibio con estas características.
Hasta el momento se habían encontrado animales capaces de brillar pero no fluorescentes, es decir, que necesiten de la luz natural (o lámparas de rayos UVA en el caso de la experiencia científica) para poder almacenar y luego proyectar la luz, informó el sitio Nature.
El fenómeno se produce por la presencia de un pigmento llamado biliverdin, que se suponía que debía volver a las ranas verdes pero en vez les dio un tono verde azulado debido a las moléculas hyloin-L1, hyloin-L2 y hyloin-G1, que están en la piel, huesos y sangre de estos animales.