El nacimiento debería ser uno de los momentos más felices de una familia. Pero se convirtió en una pesadilla para los padres de Naira, una bebé que nació el lunes a las 17 en una clínica privada de Famaillá. Cuando salió de la sala de controles envuelta en las mantas, se dieron cuenta que las manos presentaban quemaduras.
“Cuando le entregan la bebé a mi suegra ella ve que las manos estaban rojas e hinchadas con ampollas. Cuando pregunta, al principio nadie quería decirle nada, pero después se enteró que había sido por el caloventor que estaba en la misma camilla en donde la habían cambiado, en la sala que está al lado del quirófano”, explicó Carla López, de 29 años, mamá de Naira, al diario LA GACETA.
Su cesárea había sido programado con tiempo, pese a que ella le había manifestado a su ginecólogo la intención de parir de forma natural. “Me dijo que no iba a poder porque ya tenía una cesárea previa de mi hija que tiene 6 años”, contó la mujer. El lunes estaba helado y, según cuenta Carla, no había calefacción en el quirófano ni en las salas. “Por eso prendieron el caloventor donde cambiaban a los bebés”.
A la mañana siguiente, el martes, el papá de Naira la llevó al hospital de Famaillá para que le aplicaran las vacunas reglamentarias porque la clínica no las daba. “Mi marido pidió que la revisara una pediatra. Cuando la vio ahí nomás pidió que la trasladaran urgente a la Maternidad”, explicó Carla.
En estos momentos la bebé está internada terapia intermedia de Neonatología de la Maternidad, con los cuidados que necesita, según confirmó su directora, doctora Rossana Chahla. “Vamos a ver cómo evoluciona la bebé. Clínicamente se encuentra estable. Tiene quemaduras de leves a graves en ambas manos, en zonas de mucha irrigación. La mantenemos sedada, con morfina, porque las quemaduras son muy dolorosas y hay que curarla tres veces al día. En la mano derecha -la más afectada- tiene quemado el dorso y cuatro dedos (con excepción del pulgar). Los más dañados son el anular, el mayor y el índice. En la mano izquierda tiene dañado el dorso y el índice”, detalló a nuestro diario el doctor Daniel Amado, jefe del servicio de Neonatología.
“Veremos cómo evoluciona y en función de esto se evaluará. Tiene que examinarla y dar su opinión el cirujano plástico que venga del Hospital de Niños… A veces el tejido necrosado se desprende solo y, otras, se lo retira con cirugía”, afirmó el especialista, cuando se le preguntó qué tipo de intervención se prevé para Naira.
Acciones legales
“Vamos a iniciar acciones legales en contra de la clínica privada de Famaillá y del pediatra que quemó a mi hijita”, confirmó el padre de Naira, Matías Pérez.
Carla comentó que el martes por la mañana, cuando el pediatra fue a la habitación para ver a la bebé, dijo que no sabía por qué tenía así las manos. “Me preguntó si yo me había hecho los análisis para sífilis”, dijo la mamá. Luego le recetó una crema para aliviar la hinchazón. “Cuando mi marido fue a la farmacia y preguntó para qué era la crema le dijeron que para las quemaduras. O sea que el pediatra nos mintió”, agregó.
Según informaron los familiares de Naira este no sería el único caso. Ese mismo día, antes del nacimiento de Naira, otro bebé habría sufrido quemaduras. “Nos enteramos porque después que salió esa mamá entré yo al quirófano”, dijo Carla
La familia de Naira convocó a una marcha este viernes, desde las 18, frente a la plaza de Famaillá, para exigir una respuesta de la Clínica que atendió el nacimiento de la bebé.