Una mochila. La vida de un joven se equiparó en un instante al objeto que cargaba en sus espaldas y que se convirtió en el botín elegido de dos delincuentes. Un joven fue ultimado de un balazo en el pecho luego de que fuera interceptado en la esquina de Italia y Castro Barros por dos delincuentes en una motocicleta y de que este se resistiera a ser asaltado.
La víctima, Andrés Castro, estudiante de abogacía de 24 años, caminaba junto con su novia Soledad Castro, de la misma edad, en el momento en que fueron abordados por los delincuentes. Los testigos sostienen que el joven forcejeó con uno de los asaltantes antes de que este le descerrajara un disparo a quemarropa que impactó en el pecho. Los delincuentes tomaron la mochila del joven y otro bolso similar que tenía la joven antes de escapar a toda velocidad en una motocicleta de color negra de baja cilindrada, según los testigos.
Desesperada, la joven llamó por teléfono a una ambulancia que nunca llegó. Dos personas ayudaron a cargar a la víctima en un vehículo particular para llevarlo al sanatorio Galeno a donde llegó ya sin vida.
Según pudo saberse, Castro no llevaba dinero en la mochila por lo que se descarta que haya sido un hecho premeditado: apenas tenía el DNI, una tarjeta para circular en colectivo y un diario. La joven tampoco llevaba dinero. “Actuaron a cara descubierta pese a que uno de ellos se tapaba con un canguro”, explicó uno de los testigos que suministraron a la policía de datos útiles para la investigación. Ambos delincuentes serían jóvenes.
La muerte de Castro conmocionó a los compañeros de facultad de la víctima y del Club Social Monteros, donde el joven jugaba al voley. La noticia también golpeó a los compañeros del joven en el hospital Kirchner, donde trabajaba desde hace un tiempo.