No hubo fatalidad. La muerte de Gustavo Guerrero, de apenas cinco años, se pudo haber evitado. El viernes, los tucumanos quedaron conmocionados al enterarse del accidente en Solano Vera al 1.000. Un enorme árbol cayó encima de la camioneta en la que iba la criatura al jardín de infantes y Domingo Martín Cancino, conductor del vehículo. Jorge Herrero, un motociclista que pasaba por el lugar también sería la tercera víctima del hecho. El niño moriría al instante mientras que Cancino y Herrero serían derivados al Hospital Padilla con traumatismos varios, luego de que fueran rescatados por efectivos de Bomberos de la Policía de la Provincia.
“Esto es una tragedia y nos ha golpeado a todos”, resumió el intendente Mariano Campero, al enterarse de la noticia que se registraba en el municipio que dirige desde 2015. Casi de inmediato, Luciana, una vecina dejó una declaración que dejaría a todos tan impactados como la noticia de la tragedia. Tucumán Sin Filtro, reprodujo en el acto los increíbles dichos de la mujer. Hacía 16 años que se realizaban reclamos para que el árbol se podara. Nunca nadie los escuchó.
“Esto se podría haber evitado porque desde el año 2000 hemos dirigido notas al municipio para que corten el árbol, Defensa Civil cuando hubo un incendio sobre la avenida y el árbol se quemó pidió al Intendente Toledo que se corte el árbol, hace 16 años que no tenemos una respuesta”.
Sin embargo, los reclamos, que se habían vuelto tan viejos como el eucalipto que se vino abajo, nunca cesaron pese al cambio de autoridades en la Intendencia de Yerba Buena. El último intento de llamar la atención de las autoridades por parte de Luciana, data de febrero pasado. Tal como se ven en los mensajes de texto enviados al intendente:
Ambos reclamos fueron recibidos por el intendente, quien acusó recibo, tal como se ve en la fotografía.
“El jefe de transporte de municipalidad vino a hablar con nosotros, dice que ellos deberían haber cortado el árbol pero la agrupación ‘amigos del árbol’ no los dejaron”, dijo Luciana acerca de la explicación al paso que le dieron.
“El Intendente Campero nos decía que estaba muy ocupado y no podía atendernos, yo le he mandado fotos y nos prometieron que iban a mandarnos inspectores y nunca ha venido nadie. Si alguien lo hubiera tomado en serio esto no hubiera sido así”, dijo.
El viernes, impotente, al enterarse de la muerte de la criatura, la mujer volvió a enviarle mensajes a Campero pero… ya no tuvo ninguna respuestas. La “fatalidad” ya se había consumado.