El Gobierno recibió ayer el informe de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) con los resultados del monitoreo conjunto ordenado por el tribunal de La Haya sobre la actividad de la pastera UPM (ex Botnia), que -de acuerdo a las conclusiones- provocó un impacto ambiental en el río Uruguay, tanto del lado de Gualeguaychú como en Fray Bentos. Sin embargo, el estudio indica que se reportó menor daño de la pastera en el Uruguay que el registrado en el río Gualeguaychú por efecto de los efluentes que las ciudades argentinas vuelcan a ese cauce.
Al cierre de esta edición, la Cancillería argentina no se había pronunciado sobre estos resultados, limitándose a la divulgación simultánea con Uruguay de los datos aportados por los expertos.
A seis años del fin del bloqueo del puente fronterizo que realizaron los vecinos de Entre Ríos para rechazar la presencia de la compañía finlandesa, el relevamiento del Comité Científico -el primero que se hace público desde el histórico fallo del tribunal internacional en 2010- registró “apartamientos de la normativa” en el Río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay y en el Uruguay en la zona de influencia de la pastera.
El documento -que tiene 400 páginas- no establece la magnitud de la contaminación, pero sí especifica que se superó, por ejemplo, el límite en la presencia de “aluminio, amonio, atrazina, berilio, cadmio, fenoles totales, hidrocarburos aromáticos policíclicos, hidrocarburos del petróleo, hierro, manganeso y níquel”.
Revela también que hubo desvíos en lo que refiere a sólidos retenibles en rejas ubicadas a la salida de los clarificadores secundarios de la planta; y se detectó la presencia de aceites y grasas en el efluente del proceso industrial. Además, se comprobó en dos ocasiones que la temperatura del efluente quedó fuera de la normativa al superar los 37° (30° es lo permitido) y hubo un desvío del parámetro vinculado al PH en la salida de la pileta de pluviales.
Las muestras -analizadas mayormente en laboratorios canadienses- fueron obtenidas en base a 50 campañas en el río Gualeguaychú, y a 32 en el río Uruguay.
El informe incluye el compromiso de Argentina y Uruguay de realizar en el futuro inmediato un “monitoreo integral”, a lo largo de todo el tramo compartido del río Uruguay de aproximadamente 500 km.
La difusión del estudio ambiental ocurre luego del cambio en las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras más de una década de desencuentros entre las presidencias del matrimonio Kirchner y el Gobierno de Jorge Batlle y Tabaré Vázquez, primero, y de José Pepe Mujica, después.
En enero de este año, el presidente Mauricio Macri se reunió en Colonia del Sacramento con su par oriental, Tabaré Vázquez, para restablecer el diálogo bilateral, y sumó a ese acuerdo inicial el compromiso de facilitar el acceso a la información y difusión de los datos de la CARU. La semana pasada, durante la visita que el uruguayo realizó a Buenos Aires, se confirmó la inminente difusión del estudio cuyo resultado, según dijo Macri, será clave para el desarrollo de nuevos proyectos de producción de celulosa.
fuente: ambito.com