El Taller de Silla de Rueda “Ceferino Namuncurá” comenzó a funcionar este martes en el predio del Departamento Operativo Móvil del Siprosa, para garantizar el acceso a insumos para la salud a personas con discapacidad en condición de vulnerabilidad construirán sillas de ruedas y camillas.
“Esta es una inventiva propia del personal que trabaja en el Departamento”, destacó el gobernador, Juan Manzur, luego de realizar la inauguración oficial del espacio que tiene previsto fabricar alrededor de 150 sillas de ruedas y 140 camillas al mes para abastecer a hospitales y centros sanitarios de toda la provincia, y a personas con algún tipo de discapacidad motriz transitoria o permanente.
El Departamento Operativo cuenta con otros espacios de producción para insumos de la salud -fueron habilitados en el mes de mayo- dispuestos en cuatro pequeñas fábricas. Gracias a esta iniciativa el Siprosa, con mano de obra de cooperativas, elabora su propia ropa de cama, mobiliario, férulas y muletas.
“Se abre una nueva esperanza a partir de estos elementos que de forma gratuita van a estar a disposición en todos los hospitales de Tucumán”, sostuvo Manzur.
En ese sentido, el primer mandatario enfatizó la importancia de que las personas con discapacidad cuenten con los elementos necesarios para su movilidad. “Unas sufren Accidente Cerebro Vascular (ACV) u otras distintos tipos de patologías y cuando se les da el alta en los hospitales necesitan contar con esas herramientas para su rehabilitación”.
La ministra de Salud, Rossana Chahla, resaltó que el autoabastecimiento implica reducir los tiempos de espera del paciente: “cuando ocurre algún accidente, enfermedad o existe la presencia de alguna patología la gente solicita un insumo y lleva tiempo el proceso de licitación y compra. En este caso la respuesta será inmediata”.
El taller, único en la provincia, fue pensado para “brindar estos insumos, como la silla de ruedas, a personas que no cuentan con los recursos para acceder a ellos”, explicó el jefe del Departamento Operativo, José Luis Coronel. “Podríamos producir a diario de cuatro a cinco sillas y entre dos y tres camillas, sumando esa cantidad, mensualmente es una número importante de recurso que abarata costos al Ministerio de Salud”.
Necesidad del paciente
La inventiva del personal del taller no tiene límites. Las siete personas que trabajan allí se propusieron cambiar la realidad de Mateo Amado, un niño de cinco años de barrio 11 de Marzo que padece parálisis cerebral y Síndrome de West. Debido a su incapacidad para desplazarse, los cooperativistas diseñaron una bicicleta adaptada para que la familia pueda llevar a Mateo a pasear al aire libre.
fuente: comunicaciontucuman.com