El cultivo del “oro verde” paraguayo que endulza los paladares del mundo cobrará un nuevo impulso en estas tierras, ya que el Gobierno promulgó la ley que declara de interés nacional la promoción, fomento, desarrollo de la producción, comercialización e investigación de la Stevia.
El consumo de Stevia rebaudiana -tal su nombre científico- se encuentra en ascenso en el país en los últimos años. La “hierba dulce”, como le llaman los guaraníes, es capaz de endulzar hasta 300 veces más que el azúcar sin aportar calorías, lo que la convierte en una aliada clave para la salud, sobre todo porque es totalmente natural y no contiene aditivos químicos.
Impulsados por la alta demanda, cada vez más productores locales apuestan a este arbusto originario de Paraguay, Brasil y el norte argentino. La ley 27142, votada en mayo en el Congreso y publicada hoy en el Boletín Oficial, dispone la creación del Programa Nacional para el Estudio, Promoción y Desarrollo de la Stevia que tendrá como objetivo principal promover las características y beneficios de este endulzante natural, asesorar en materia económica y tecnológica para mejorar y diversificar la producción a escala industrial y artesanal; y promover la participación de pequeñas y medianas empresas y de entidades cooperativas en el desarrollo de emprendimientos productivos con la Stevia como materia prima. Además, se instará a incluir los productos de la Stevia en los planes nacionales alimentarios.
La Stevia, según estudios científicos, no aporta calorías ni carbohidratos y tampoco aumenta los niveles de azúcar en sangre. Los guaraníes la consumen desde hace 1.500 años, pero Japón fue el primer país en producirla comercialmente.
Mitos y verdades sobre los edulcorantes artificiales
El “oro verde”, como lo bautizaron al conocerse sus propiedades, es el endulzante ideal para reemplazar el azúcar en personas que sufren obesidad y/o diabetes, dos enfermedades crónicas que avanzan a pasos agigantados a nivel mundial a caballo del sedentarismo y la mala alimentación.
Esta hierba, además, tiene alta solubilidad y sirve no sólo para endulzar bebidas (infusiones, jugos y gaseosas), si no también para cocinar.
Fuente: Clarin