Matías Alé estuvo como invitado al living de Susana Giménez para hablar sobre su recuperación tras su segunda crisis. “En un principio pensaron que tenía bipolaridad”, dijo el actor.
“Estoy focalizado en lo que tengo que hacer para no volver a caer en una internación. Estoy siendo tratado. Yo subestimé mi problema de salud mental cuando me recuperé, deje de tomar las pastillas”, dijo Matías.
Al ser consultado sobre el diagnóstico que le dieron, dijo: “Todavía no se llegó a determinar. En un principio había sido una especie de bipolaridad. Pero como nunca había tenido esos antecedentes, no lograron determinar lo que yo tengo. El brote psicótico con delirio místico se tiende a dar en edad más tempranas”, explicó.
Además, Alé aprovecho para desmentir tener una relación con las drogas: “Lo niego rotundamente, te agradezco que me dejes decirlo. Había dejado de tomar las pastillas. Me dijeron que tuve una especie de tsunami y que la segunda ola que tenía que venir, me tenía que pasar”, cerró.
“Yo me creía que era Dios. Bendecía a la gente. Tiraba aerosol en la cabeza creyendo que era Dios. Era un loco lindo, no es que hacía cosas malas. Dicen que el 90% de la población humana tiene un grado de locura”, aseguró Alé.
Y agregó: “No se cuándo empezó, pero fui consciente todo el tiempo. En la segunda caída también fui consciente pero no podía parar. Ahora dejé todo (religión). Ahora creo en mí, en mi fuerza de voluntad. Me amigué con la medicación”.
Más tarde, Matías le preguntó a Susana: “¿Cómo me ves?”.
“Te veo espléndido, la mirada bien, clara. Siempre me pareciste amoroso. Sos bueno. Mujeriego, pero bueno. No tiene nada de malo ser mujeriego, peor sería que te gusten los hombres“, dijo Susana con total impunidad.
Rápidamente, la red se llenó de mensajes repudiando la frase dicha por la diva y tildándola de homofóbica.
fuente: perfil.com
