Por Sergio Silva Velázquez-La policías que iniciaron la investigación de la desaparición de Melina Janet Brito, de 18 años, imaginaron claramente con qué iban a encontrarse cuando se pararon frente al montículo de tierra. El cuerpo de la chica no tenía lesiones evidentes: apenas una marca que hacía presumir su asesinato por estrangulamiento.
Habían iniciado la investigación horas antes, sobre la base de la versión de los padres desesperados de la joven. La buscaban desde el domingo. Melina vivía con su padre Jorge Daniel Brito en el paraje conocido como San Ramón Medina, La Trinidad. Había salido de su casa del domingo para no regresar más. La encontraron en la tarde del martes entre unos cañaverales junto a un camino vecinal a 700 metros de la ruta 329 que conduce a La Trinidad.
El cadáver había sido enterrado: un montículo de tierra removido indicaba que ese el lugar que los policías de la Brigada de Investigaciones Sur y los peritos de la División Criminalística debían cavar. Pero… ¿Como llegaron allí?
El periplo de la víctima
Luego de su desaparición, Jorge, el padre de Melina habló con José Ariel Lara, de 20 años, quien había sido el novio de la muchacha. “Pasé la noche con ella en una casa en Los Guchea y luego la dejé en la parada del colectivo a las 8 de la mañana”, dijo Lara. La joven y él se habían peleado hace un tiempo pero la familia sabía que él la llamaba de vez en cuando.
Esta es la primer versión con la que trabajaron los pesquisas y la fiscalía de Instrucción del Centro Judicial de Concepción. Primero hablaron con el chofer de la línea de colectivo que hace el recorrido de las 8 de la mañana por el lugar que Lara había indicado. El chofer negó una y otra vez: nunca vio a Melina subirse al colectivo.
Después, fueron a la propiedad donde según el joven había pasado la noche con Melina. Allí se entrevistaron con Abraham Agudo, de 28 años. Agudo es el cuidador de la casa. El joven, que conocía tanto a Lara como a la chica que la policía buscaba, confirmó la versión. “Estuvieron aquí los dos y luego se fueron”. Los policías escuchaban. Pero sus rostros se alarmaron con lo que escucharon después. “Después de unos minutos volvió y me pidió una pala”, explicó Agudo.
El testigo continuó con su relato insólito que terminó revelando lo que le había sucedido a Melina. “A las tres horas volvió y me entregó la pala. Perdón…yo no sabía que estaba ella desaparecida”. Los pesquisas buscaron y secuestraron la pala para someterla a pericias.
Luego hablaron con el sospechoso y se dirigieron al lugar donde encontrarían el montículo de tierra. Todo ya había sido aclarado.
Foto: Familia Brito