La Unión de Rugby de Tucumán repudió enérgicamente la agresión que sufrió un jugador del club Corsarios en el partido de Primera ante Aguará Guazú por el Torneo Regional Desarrollo. A Daniel “Chanchín” Contreras, jugador de Corsarios, le arrancaron un dedo de una mordida.
“Hechos como este no tienen ninguna relación con el espíritu y los valores que pregona nuestro deporte, por esa razón, afirmamos que no pueden existir y que deben ser erradicados. Por ello, la Unión de Rugby de Tucumán tomará las medidas correspondientes y actuará según lo establecido por los reglamentos”, dice el comunicado de la Unión de Rugby de Tucumán.
A un rugbier tucumano le arrancaron parte de un dedo de un mordiscón durante un partido entre Corsarios y Aguará. El hecho le ocurrió a Daniel Contreras, jugador del equipo de Los Pocitos.
Contreras relató que luego de un “ruck”, cayeron al suelo él y un jugador de Aguaray. Al levantarse advirtió que le faltaba un pedazo de dedo. “Se iba desarrollando el partido con normalidad hasta que pasó esto en el minuto 25 pasó eso”, dijo al diario La Gaceta.
Daniel, quien trabaja como personal de seguridad en un shopping, contó que se retiró de la cancha en ese mismo momento. Pero antes le preguntó a su contrincante por qué le había dado tremendo mordiscón; asegura que no recibió respuesta.
“Estaba con mis hijas y mi esposa por eso no le dije nada. El árbitro me vio y me pidió que me fuera para que me viera un médico”, explicó.
“El otro jugador lo hizo a propósito, pero no entiendo por qué”, dijo Daniel.
En el hospital le hicieron un injerto con su propia piel para reconstruirle el pedazo de dedo perdido: “me dijeron que tengo que esperar por lo menos tres meses para que el dedo vuelva a tener un aspecto más normal”. Además, debe hacer por lo menos 20 días de reposo.
“Gracias a Dios no pasó nada peor. Igual me hubiera gustado terminar de jugar, bañarme e irme a trabajar, como cualquier domingo”, concluyó.
Fuente: losprimeros.tv
