El predio se cerró al público para facilitar el trabajo de los operarios. En total tendrá 19 reflectores para el nuevo sistema de iluminación.
Por ahora luce como si estuviera en una sesión de acupuntura. A la distancia pareciera que el Cristo de San Javier estuviese rodeado por agujas, por los andamios que se instalaron a su alrededor.
No solo tendrá un nuevo look blanco y reluciente, sino que además le van a curar todas las heridas que tiene en el cuerpo. Esas heridas son fisuras que se produjeron con el paso del tiempo y que, en los últimos meses estaban provocando serios problemas. Con cada lluvia se filtraba agua y todo iba a parar a la base de la estatua, donde funciona el museo temático del Cristo Bendicente.
Por esa razón, el titular del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina, ordenó una serie de trabajos para que la restauración sea completa y tenga una duración más extensa en el tiempo. Después de ocho meses de intensas gestiones, Giobellina logró conseguir los fondos necesarios para encarar los trabajos. En el reacondicionamiento de El Cristo, una obra del escultor Juan Carlos Iramain, inaugurada en 1942, también participan especialistas de la facultad de Bellas Artes de la UNT. “Dependemos del clima, pero tampoco queremos apresurarnos. Queremos hacer las cosas bien para que se luzca por un largo tiempo -dijo Giobellina-. De nada nos servirá acelerar las etapas y que después la pintura nueva no dure nada”, agregó.
La escultura de 28 metros de alto tendrá un nuevo sistema de iluminación. “Las piezas que tenía alrededor ya no se fabrican más -detalló Giobellina-. Por eso se instalará la nueva iluminación que permitirá que pueda lucirse a la distancia. Se trata de 19 reflectores de vapor de mercurio halogenados (aumenta la eficacia lumínica) de alta presión de 400 vatios cada uno”, precisó. Desde que comenzaron los trabajos, se cerró el predio del Cristo para facilitar el trabajo de los operarios.
Fuente: eldiario24.com
