Un joven motociclista denunció a dos empleados policiales del Servicio de Emergencias 911 por vejaciones, hurto y abuso de autoridad. Según el relato de la víctima, los policías lo acusaron de ser delincuente y lo agredieron físicamente después de que él les pidiera ayuda tras caerse de su motocicleta. El violento episodio ocurrió el 10 de enero a la 1:50 a.m., en la intersección de la avenida Siria y Chile, en San Miguel de Tucumán.
El joven, identificado como A.P.L, de 20 años, había perdido el control de su motocicleta Honda Falcon y se cayó al asfalto. Al levantarse, se acercaron dos policías del 911, a quienes pidió asistencia para llamar a una ambulancia. Sin embargo, en lugar de ayudarlo, los agentes comenzaron a golpearlo de manera salvaje. La denuncia asegura que luego de la golpiza, los policías le apuntaron con un arma en la cabeza, lo amenazaron con matarlo a golpes y lo acusaron de ser un delincuente.
Tras la agresión, el joven fue trasladado a la Brigada de Yerba Buena, pero al ver sus heridas, los oficiales lo liberaron. Fue llevado por su padre al hospital Carrillo para recibir atención médica, y luego fue enviado a la comisaría 5°. Aunque la policía notificó una presunta resistencia a la autoridad, la Fiscalía no convalidó la aprehensión y el joven fue liberado más tarde. Tras una revisión médica, se confirmó que el joven presentaba múltiples traumatismos.
El abogado que representa al joven, Agustín Monteros, explicó que buscaron cámaras de seguridad en la zona para respaldar la denuncia. Aunque en un drugstore cercano aseguraron que las cámaras no estaban en funcionamiento, se lograron obtener otros videos en los que se ve cuando el joven se cae y la policía llega, aunque no se puede identificar a los agresores. También se consiguieron testigos dispuestos a declarar sobre lo sucedido.
En la denuncia, se acusa además a los policías de haberle robado $100.000 al joven durante la requisa. La causa se encuentra en la Fiscalía de Delitos Complejos y el padre del joven ha logrado identificar a uno de los agresores, mientras continúa buscando al segundo policía. Se ha solicitado una rueda de reconocimiento y se espera que la Policía informe sobre los agentes que estaban de servicio esa noche.
Los abogados de la víctima calificaron el hecho como un grave abuso de autoridad y aseguran que A.P.L es un joven sin antecedentes penales, lo que hace aún más difícil de comprender el trato recibido.
