Yerba Buena enfrenta una creciente ola de inseguridad que preocupa a sus habitantes. Esta semana, un violento robo domiciliario sacudió la tranquilidad del barrio Santiago al 500, donde tres hombres armados irrumpieron en una vivienda el jueves por la mañana. Amenazaron a la empleada y a una adolescente, llevándose una caja fuerte y celulares antes de huir en un Chevrolet Cruze blanco.
El caso, que según las primeras investigaciones pudo haber contado con información interna sobre la ubicación de la caja fuerte, fue captado parcialmente por cámaras de seguridad. Uno de los delincuentes trepó una tapia, mientras que otro ingresó por la puerta principal, que estaba abierta.
Vecinos de la zona expresaron su preocupación y apuntaron a la falta de vigilancia como uno de los principales problemas. “Todos los veranos pasa lo mismo, parece que los delincuentes saben que muchos están de vacaciones”, señaló María Esther Rivadeneira. Otros habitantes, como Josefina Rodríguez, pidieron mayor presencia policial en las calles alejadas de avenidas principales como Aconquija y Presidente Perón, donde la actividad comercial concentra los operativos.
Las críticas también se dirigieron a la distribución de recursos policiales, con 150 agentes asignados a los Valles Calchaquíes para evitar incidentes en salidas de boliches. “Es una vergüenza que se enfoquen en eso mientras sufrimos esta inseguridad”, expresó Esteban Medrano, vecino de Yerba Buena.
El jefe de Policía, Joaquín Girveau, reconoció fallas en la prevención, pero aseguró que ya trabajan en un plan de acción basado en un informe actualizado del mapa del delito. “Esto no solo nos preocupa, sino que nos ocupa. Estamos ajustando los operativos para mejorar los resultados”, afirmó Girveau, quien pidió a los vecinos que realicen las denuncias necesarias para focalizar los esfuerzos.
En relación con el robo en Santiago al 500, la ex Brigada realizó allanamientos el jueves por la noche y confía en detener a los sospechosos en las próximas horas. Sin embargo, los habitantes de Yerba Buena continúan demandando respuestas concretas ante una ola delictiva que afecta la imagen de una ciudad conocida por su tranquilidad y calidad de vida.
