Un juez rechazó los argumentos de la querella y ordenó que la joven que denunció a los jugadores de Vélez Sarsfield por abuso sexual entregue dos teléfonos móviles para ser peritados, como parte de la investigación judicial en curso. La decisión fue tomada tras la solicitud de los defensores de José Florentín Bobadilla, uno de los acusados, y fue autorizada por la fiscalía a cargo del caso.
La denunciante afirmó haber sido víctima de abuso sexual por parte de Braian Cufré, José Florentín Bobadilla y Abiel Osorio, mientras que Sebastián Sosa fue señalado como partícipe secundario. Según la denuncia, el hecho ocurrió en la habitación de un hotel. La fiscala María Eugenia Posse avanzó con las acusaciones, mientras que los defensores de Bobadilla solicitaron que se analizara el contenido de los teléfonos de la denunciante. El juez Gonzalo Ortega aceptó el pedido, aunque ordenó que la joven entregue los dispositivos de manera voluntaria para evitar un allanamiento.
En una reunión reciente, la denunciante y sus abogados, Patricia Neme y Franco Venditti, informaron que no entregarán los dispositivos, argumentando que uno de los teléfonos se extravió y que impugnarán la resolución del juez. Ortega rechazó la impugnación, señalando que no cumple con los requisitos legales para ser admitida, y dejó en manos de la fiscala Adriana Reinoso Cuello los pasos a seguir.
En paralelo, el caso enfrentó nuevas complicaciones. Una audiencia solicitada por los defensores de Florentín Bobadilla para pedir autorización de viaje fue suspendida porque los abogados de la querella se encuentran de licencia y la denunciante no tiene representación legal activa. En cambio, Sebastián Sosa, otro de los acusados, sí obtuvo permiso para viajar a Uruguay, pese a la oposición de los abogados de la joven.
