Los repelentes con compuestos como el DEET son los más eficaces para prevenir enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, el zika y la chikungunya. Estos productos, que pueden encontrarse en forma de lociones, cremas, sprays y toallitas, ofrecen entre 2 y 5 horas de protección según su concentración, pero deben ser regulados por la Anmat para garantizar su calidad y seguridad.
Para verificar si un repelente está habilitado, el rótulo debe incluir el número de Registro Nacional de Establecimiento (RNE), de 9 dígitos, y el Registro Nacional de Producto de Uso Doméstico (RPUD), de 7 dígitos. Ambos registros pueden ser consultados en el sitio oficial de la Anmat, que supervisa estos productos.
El Ministerio de Salud Pública advierte que el uso de repelentes con DEET en menores de dos años debe ser consultado previamente con un pediatra, y en bebés de menos de dos meses se recomienda optar por barreras físicas como mosquiteros y ropa adecuada, ya que no es seguro aplicar repelentes.
Por otro lado, se desaconseja el uso de métodos ineficaces como la vitamina B1 tomada por vía oral, dispositivos ultrasónicos y brazaletes repelentes, que no solo son poco útiles, sino que en algunos casos pueden causar irritación ocular debido a los químicos que contienen.