Este lunes, Tucumán perdió a uno de sus personajes más queridos y emblemáticos: Carlos Rojas, conocido como el “Señor de los Cubanitos” o “cubanitero”, falleció a los 88 años.
Durante más de seis décadas, Rojas vendió cubanitos –cucuruchos largos y cilíndricos rellenos de dulce de leche– en la intersección de las galerías La Gran Vía y Muñecas, siempre con su impecable traje negro, camisa blanca, moño violeta y un clavel rojo en la solapa, distintivo que lo hizo famoso entre los tucumanos.
Rojas comenzó su oficio en 1963, inspirado al ver a una niña pidiendo a su madre que le comprara un cubanito. Decidido a ofrecer algo especial, se vistió con un elegante traje “Príncipe de Gales”, aunque debió pedir ayuda para comprar los zapatos de charol que completaran su apariencia distinguida. Desde entonces, su imagen se convirtió en un símbolo del microcentro de Tucumán.
Con su bandeja de madera y sus tradicionales cubanitos, Don Rojas fue un ejemplo de perseverancia y tradición, dejando un legado de sabor y alegría en la ciudad. Su partida deja un vacío en la peatonal Muñecas, donde generaciones de tucumanos lo recordarán con cariño.