La Justicia de Tucumán ordenó la detención de Federico Punturo, acusado de acosar durante más de una década a Florencia Andretta, quien ha enfrentado constantes situaciones de violencia de género desde los 19 años. La medida fue solicitada por la fiscal Adriana Reynoso Cuello para proteger la integridad física y emocional de la joven, dado que el acusado habría violado repetidamente las órdenes de restricción.
El caso tomó un giro decisivo el 28 de octubre de 2024, cuando Florencia presentó una nueva denuncia señalando que Punturo vive cerca de su hogar y continúa desobedeciendo las órdenes judiciales. Patricia Neme, abogada de la víctima, resaltó que este tipo de acciones judiciales son clave para proteger a mujeres en situaciones similares.
El 29 de octubre, la ratificación de esta denuncia en el ámbito judicial enfatizó la gravedad del caso, ya que Punturo habría ignorado previamente una orden de prohibición de contacto. Aunque su defensa argumentó que podría ser declarado inimputable debido a un proceso civil en curso sobre su capacidad legal, hasta el momento esta declaración no ha sido oficializada, lo que permite a la Justicia actuar en su contra.
La rápida intervención de la fiscal Reynoso Cuello y la firmeza en la defensa de los derechos de Florencia permitieron tomar acciones contundentes para protegerla, marcando un avance importante en el combate a la violencia de género.
