La familia de Miguel Gómez, un hombre de 55 años asesinado brutalmente a la salida de un boliche en el Abasto, sigue esperando avances en la investigación para encontrar a los responsables del crimen. El ataque ocurrió el 29 de junio cuando Miguel, tras terminar de trabajar en una Fiesta Retro, intentó ayudar a su amigo que estaba siendo agredido por cuatro sujetos. Los agresores lo golpearon violentamente, provocándole graves heridas que lo dejaron en coma. Después de más de dos meses en estado crítico, Miguel falleció el 9 de septiembre.
La agresión comenzó cuando cuatro hombres descendieron de un Renault Clio gris y atacaron a Germán Herrera, amigo de la víctima, y a su novia. Miguel intervino para intentar detener la pelea, pero los atacantes lo golpearon salvajemente, incluso usando la culata de un arma, lo que le causó un fuerte traumatismo en la cabeza. Tras el ataque, los delincuentes robaron los celulares de las víctimas y huyeron sin dejar rastros.
Gerardo Gómez, hijo de la víctima, contó que han intentado identificar a testigos y localizar cámaras de seguridad que puedan ayudar a la investigación, pero hasta el momento no han tenido éxito. Aunque hay una cámara que captó al automóvil, no se puede distinguir claramente la patente.
La investigación está a cargo de la Fiscalía de Homicidios II, pero la familia siente que no se han realizado suficientes esfuerzos para encontrar a los culpables. “Queremos justicia por mi papá. No merecía terminar así”, expresó Gerardo, frustrado por la falta de avances en el caso.
A pesar de que la familia ha señalado posibles pistas como el rastreo de los celulares robados, hasta ahora no han recibido ninguna noticia concreta. La desesperación crece mientras el tiempo sigue pasando sin respuestas.
