Walter Mateo Córdoba, un albañil de 38 años conocido por su conducta aparentemente “normal” y su amabilidad en Río Seco, ha sorprendido a la comunidad al ser señalado como el principal sospechoso en la desaparición y posible asesinato de la niña Luján Nieva. Ahora está detenido y será presentado ante la Justicia de Monteros para ser acusado formalmente por el homicidio.
Córdoba, quien no tenía antecedentes delictivos, era conocido por sus trabajos prolijos y recomendados en el pueblo. Por eso, el hecho de que esté involucrado en uno de los crímenes más aberrantes que se recuerden en la zona ha conmocionado a todos. “Nadie puede concebir aquí que haya cometido semejante barbaridad y encima a una criatura inocente, llena de vida”, declaró el comisionado comunal Luis Mendoza, quien también conocía a Córdoba por vivir en el barrio Virgen del Rosario, cerca del lugar donde se encontraron los restos humanos.
Los vecinos que conocían a Córdoba lo describen como un hombre responsable, que se hacía cargo de sus tres hijos pequeños, dos varones de 8 y 9 años, y una niña de 11 años. Sin embargo, el domingo en que Luján desapareció, Córdoba organizó una reunión en su casa, lo que algunos vecinos sospechan pudo haber contribuido a un trágico desenlace debido al posible consumo de alcohol y sustancias prohibidas.
Una vecina, Analía Fernández, fue una de las primeras en orientar a la Policía hacia la casa de Córdoba cuando Luján no regresó de la escuela, ya que debía pasar por la casa de su tío para dirigirse al negocio de “El Mono”. Finalmente, el domicilio fue allanado el martes, y en el lugar se encontraron restos humanos, lo que llevó a la detención de Córdoba.
Mientras tanto, los vecinos de Río Seco sigue en shock, esperando que Luján aparezca con vida. “Le rogamos a Dios que nada de lo que se dice sea cierto y que Luján vuelva a casa”, expresó su maestra, Miriam Ríos, mientras que Gisel Córdoba, madre de la mejor amiga de Luján, compartió la tristeza de su hija, quien no ha parado de llorar desde que se enteró de la desaparición.
Fuente: La Gaceta
