Un repartidor evitó lo que podría haber sido un millonario robo al descubrir accidentalmente un túnel que conectaba un galpón con una sucursal del Banco Macro en San Isidro. El hecho ocurrió alrededor de las 8 de la mañana, cuando el joven llegó a entregar mercadería en un café cercano y escuchó un ruido extraño debajo de su camioneta. Al investigar, encontró una varilla de hierro que subía y bajaba entre los adoquines, lo que lo llevó a alertar a las autoridades.
Más tarde, la policía descubrió un túnel de 220 metros de largo y 3,60 metros de profundidad que los delincuentes habían excavado con la intención de llegar a las cajas de seguridad del banco. Se cree que el robo estaba planeado para ejecutarse el próximo fin de semana.
“Robo del siglo”
Porque descubren un túnel cavado desde hace un año creado para robar un banco en San Isidro: tiene 3 metros de profundidad y 220 metros de extensión.
Fue descubierto por un repartidor que vio una varilla entre adoquines y avisó a la policía. pic.twitter.com/KRHm7Amh0s
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) August 8, 2024
El túnel, que comenzaba en un galpón de la calle Chacabuco al 500 y llegaba hasta la puerta del banco en Chacabuco 444, fue descrito como una “obra de ingeniería” por los investigadores, con alfombra e iluminación, lo que indica que la planificación fue meticulosa.
Las autoridades creen que los delincuentes habían estado cavando el túnel durante al menos un año. En el lugar se encontraron bolsas de tierra acumuladas, colchones, y otras evidencias que sugieren que los responsables trabajaban de noche. Ahora, la investigación, a cargo de la fiscal Carolina Asprella y el fiscal general adjunto Patricio Ferrari, se centra en identificar a los responsables a través de las cámaras de seguridad de la zona y tomar declaración a los propietarios del depósito desde donde comenzó el túnel.
Este intento de robo ha sido comparado con el famoso “Robo del Siglo” de 2006, donde un grupo de delincuentes vació 145 cajas de seguridad en una sucursal del Banco Río en Acassuso, llevándose un botín estimado en 19 millones de dólares.
Fuente: La Nación