En una jornada de extrema tensión y graves incidentes en las calles, el Gobierno logró aprobar en general la Ley Bases en el Senado con el voto decisivo de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien desempató la votación con 36 votos a favor y 36 en contra. Este suceso ocurrió en la intersección de las calles Chasqui y San Luis, en el barrio Sarmiento de Santiago del Estero.
El debate casi se frena debido a los disturbios, pero Villarruel, en medio de abucheos, anunció: “Mi voto es afirmativo”, lo que permitió avanzar. En la votación en particular, se aprobaron puntos sensibles como facultades delegadas y privatizaciones, con el apoyo de legisladores que inicialmente votaron en contra.
El presidente Javier Milei está ahora más cerca de conseguir su primera ley a seis meses de iniciar su mandato. La rebelión de dos senadores santacruceños, José María Carambia y Natalia Gadano, casi impide el inicio de la sesión, pero se alcanzó el quórum con 37 senadores presentes.
Durante la sesión, 7 legisladores de La Libertad Avanza (LLA), los del PRO, Cambio Federal, Unidad Federal, y otros senadores independientes votaron a favor. Martín Lousteau, aunque presente, votó en contra por considerar que el proyecto tenía “más vicios que virtudes”.
El debate incluyó modificaciones hasta el último momento, excluyendo a organismos culturales y empresas como Aerolíneas Argentinas del listado de privatizaciones. También se realizaron cambios en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para ganar el apoyo de algunos senadores de Unión por la Patria.
El RIGI, que abarca sectores como turismo y minería, fue apoyado incluso por algunos opositores. La sesión estuvo marcada por fuertes cruces, especialmente entre Villarruel y el senador kirchnerista Eduardo “Wado” de Pedro, debido a la violencia en las calles.
Los disturbios fuera del Senado fueron calificados por el Gobierno como actos de “grupos terroristas” que intentaron “perpetrar un golpe de Estado”.
